El Amanecer sacudido por el Vendaval.
Una puerta mal cerrada, retumbaba, no cesaba, el viento soplaba.
Allá a lo lejos, el cielo clareando, con lentitud; ni lento ni rápido.
Abajo, una ciudad llena de ciudadanía, rugiendo como un animal salvaje domesticado, pero salvaje, pero domesticado, pero….
En la soledad del firmamento, firme y quieto con firmeza, allí estaba ella, muda, vestida de blanco, la luna mirando, con lentitud se marchaba, pero sin marcharse.Ni se queda ni se marcha.
La Carcel de Tiempo con sus agujas en punta, marcaba las 07’00 h.
Buenos dias.
¿algún ave paseando por allá arriba? ¡De repente una Gaviota….!
Breve pero muy interesante. Un saludo cordial.