Rabo de nube

“Si me dijeran “pide un deseo”
preferiría ser un rabo de nube…”

Estas poéticas palabras forman parte de los primeros compases musicales de la hermosa canción de Silvio Rodríguez titulada exactamente “Rabo de nube”. En ella, el poeta narra las experiencias de su vida en cuanto a lo que merece la pena y lo que no. En otros momentos importantes de la canción expresa que lo que realmente necesita en su existencia en un “barredor de tristeza” que “se lleve todo lo feo”. Silvio Rodríguez fue uno de los famosos integrantes de la novra trova cubana entre los que puedo recordar a Pablo Milanés (con su inolvidable canción “Yolanda”), y Noel Nicola, Vicente Feliú, Sara González, Amaury Robles, Anabell López, Frank Delgado, Lucho Almada…. y otros muchos más que harían muy larga la lista.

Pero volvamos a Silvio Rodríguez y su pensamiento de cantautor. Muchos crecemos abrigando íntimos deseos en caunto a lo que nos gustaría ser o tener. Y desde luego no sería una mala cosa que los “barredores de tristezas” fueran un modelo patentado en la ingeniería de lo cotidano. Quizás así gobernaría en el mundo la emoción en lugar de la desidia y puede que de esa manera nos despertásemos todos los días con el sano placer de sentirnos preñados de felicidad.

Hay algo que tenemos al alcance de nuestras manos. Ese algo es “barrer todo lo feo”. No se necesitan años de Universidad ni subsidios de desempleos para ser un reparador de “brechas”. Porque todos alguna vez en la vida tenemos “brechas” que hay reparar. Brechas con las amistades; brechas con los familiares; brechas con la sociedad… brechas que amenazan con romper el fondo de nuestra alma y que siempre dañan las relaciones entre gente que se quieren de verdad. Empecemos a cerrar brechas, a “limpiar lo malo”, a ser “barredores de tristeza” (como cantó Silvio Rodríguez).

¿Cuántas brechas tenemos?. Algunos más y otros menos… pero no perdamos más tiempo en poder repararlas. Comencemos hoy mismo a barrer las brechas de nuestras vidas y a ser rabos de nubes para borrar las tristezas de nuestro corazón. Demos nosotros el primer paso para restaurar relaciones que merecen la pena no ser destruídas.

!!!Vamos!!!. Adelante. Tú tienes en tus manos una gran oportunidad de ser “barredor o barredora de tristezas”…

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