Antesdeayer vimos el mayor funeral de la historia de la humanidad, de un Papa católico, y ayer la bendición eclesial con gran suntuosidad a un príncipe anglicano supuestamente en pecado.
Desde nuestra oración por Karol Wojtyla y el máximo respeto por Camila que ha vencido a un mito mediático, muchos consideramos que las religiones han sido presentadas en estos eventos como un extraño anuncio de turismo, curiosidad y morbo.
Muchos, que desearíamos que cuando la muerte nos iguala a todos, las pompas fúnebres no nos diferenciasen tanto, lamentamos esta reiterada y pésima imagen pública de las religiones. Si no supiésemos de tantas personas religiosas de diferentes credos, que durante estas semanas también han asistido a casarse o a morir a tantos seres humanos, quizá dudaríamos del sentido de la Fe en un planeta tan frívolo e injusto.
Precisamente en estas fechas, ¿podría algún periodista imaginativo o algún creativo medio de comunicación ofrecernos la verdadera labor social de las Iglesias? Nos referimos a ésas que con humildad y fraternidad explican perfectamente lo mejor del mensaje de Juan Pablo II.
Mikel Agirregabiria Agirre. Getxo
http://www.getxoweb.com/mikel
Artículo ilustrado en: http://www.geocities.com/agirregabiria2005/religiones.htm