Detrás del tiempo, el árbol difumina su figura
y vuela sobre el aire la ternura
de cualquier palabra, verso o poema.
Sin nada que decir, el alma quema
su opacidad de bronce y equilibra con acierto
el frágil llegar a puerto de la existencia.
Miro hacia distancia, allá donde el árbol quedó mudo,
allá, donde el nudo atenazó mil cuerpos en un día.
La vía dolorosa, no es la hermosa pisada del poeta,
sino el rumbo incierto de los muertos silenciados,
de los cuerpos acabados tras la sinrazón heróica
de los triunfadores.
Señores de una guerra tras el árbol frágil del vivir:
morir o ser muerto, dejar a descubierto las palabras
que la tierra hizo suyas.
Puyas de sngre que Lorca atenazó
e hizo suyas.
Pyas de dolor en madrugadas repetidas.
Olivares que respiran sobre los cuerpos callados:
soldados de un ayer que pueblan la distancia
entre la verdad amordazada
y el miedo eterno.
3 comentarios sobre “Se inicia el poema”
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Atrás queda la guerra, los muertos y su verdad.
La historia es lo que nos queda y no debemos olvidar.
Bello inicio de poema, Grekosay, ya echaba de menos estos textos tan profundos tuyos.
¿Recuerdas cuando te comentaba que no entendía lo que decías?…ahora ..casi que si.
Un especial saludo
En la filosofía de tu poema contemplo al árbol de la vida (ese árbol que trapsones con el morir o ser muerto) y tu relación con Lorca es perfecta, amigo Greko, y te veo sentado escribiendo en la madrugada repetida de todo tu sueño. Entre la verdad amortazada y el miedo eterno (como bien terminas tu poema) hay siempre un inicio de poema. !Adelante poeta!. !!Un abrazo Grekosay!!.
Transfondo muy doloroso para este poema, igual que la vida en ciertos momentos, pero hay que saber mirar hacia adelante. Mirar atrás nos puede convertir en estatuas de sal.