Exalta la mirada la imprecisa alondra
y el vuelo extenuado del ruiseñor,
la sombra del árbol sobre la carretera
y la espera de dos paragüas abiertos
en el Corredor.
De la Muerte esperan dos sentenciados.
Amarrados por las manos.
¡Sí señor!
Salta a la comba la niña negra
y el compás se asombra de su pulcritud.
La cruz venerada por la santa Roma
beatifica su quietud.
¡Sí Señor!
Juega el perrito caliente
a ser indecente,
propenso a la pasión:
un exaltado.
Toca el piano un señor delgado
y en sus dedos el veneneno
de un plátano no criado
por franquicias exteriores,
los superiores designios del Armagedón.
Hoy es fiesta ent u lavadora,
lo dice la señora que vive entre lunares.
Los perros ganan premios
en otros lugares y ris rás
la cuerda va.
La niña negra no deja de saltar.
¿Por qué?
Nadie le dice que la bendice el sátiro
siniestro que vende bombones,
el sátiro cubierto por los pantalones
de inmenso océno y fusil de asalto.
Ris rás la niña va.
(Para Lola, en el día de su no cumpleaños
y cuando se empeñó en comprar una cotorra
Murciana imposible de encontrar en el Rastro)
Ironía e inteligencia mezcladas en un poema sarcástico que es excelente exposición de ideas decididas. Un abrazote sano Greko.
Volviste con una ensalada de sensaciones muy bien aderezadas y con un toque de esquisito buen humor…como siempre.
Que te dure mucho tiempo y podamos seguir gozando de estos satíricos versos tuyos.
Un saludo cordial.
Greko oscuro…
😉