Miércoles, 28 de mayo del año 2014 después de Jesucristo. 3 chicas más 8 chicos es igual a 11 personas. 11 personas somos los dispuestos para llevar a cabo hoy la Ruta de los Senderistas. Yo ya tengo decidido, de antemano, formar parte de los de retaguardia. Si las cosas funcionan bien ya tendré tiempo de unirme a la vanguardia cuando estemos de regreso al Hogar. Dicho y hecho. En un principio la retaguardia me viene muy bien, pero que muy bien, para charlar de la Final de la Champions antes de entrar en otras conversaciones más conspicuas. Quien no sepa lo que signfica esto de conversaciones más conspicuas que consulte el Dicionario Espasa. Y la conversación va derivando en temas más o menos ligeros pero de manera coordinada y no como otras veces que se disipa en aguas de borrajas. No. Hoy no va a llover ni una sola gota pero bajo las sombras del amanecer estamos todas y todos frescos así que mantenermo una charla muy beneficiosa hablando de las moreras y los gusanos de seda.
Por supuesto que no faltan los dichos más o menos acertados y tampoco las referencias sobre chavalas guapas que es un tema que nunca falta en estas marchas. Marchamos con una velocidad de crucero muy aceptable y todos los de la retaguardia soñamos con algún crucero por el Caribe, por las Antillas sean Pequeñas o sean Grandes, o por la piscina municipal puesto que menos da una piedra. El camino no está tan pedregoso como otros días y la marcha se desarrolla sin meteduras de pata. Tenemos cuidado de no ser descubiertos por nadie aunque, en un principio, hemos estado a punto de ser arrollados por un numeroso pelotón de locos ciclistas pero se ha producido el milagro de haber salido todos ilesos del percance. De los políticos pasamos del todo y escucho algo sobre la Duquesa de Alba pero el alba me ha despertado el hambre y la sed, así que estoy deseando regresar para tomarme una buena caña de cerveza.
En el regreso enlazo, por fin, con la vanguardia y sale a relucir, cuando ya se vislumbra nuestro Hogar en la cercanía, el famoso y escabroso tema de las feministas; esas amargadas de la vida que no hacen más que fastidiar a las chavalas guapas o guapísimas incitándolas, las muy brujas, a que se corten el pelo casi al cero para convertirlas en tan feas como lo son ellas. Así que puntualizo para que nadie se llame a engaño: las feministas son unas machorras acomplejadas que no quieren más que fastidiar el gusto y la vista de los hombres que somos como Dios manda (la caballerosidad no está reñida con la verdad) y los mendas que defienden las causas de las feministas son unos tiparracos que, como no se comen ni una rosca con las chavalas guapas y guapísimas, están tran frustrado como las machorras a las que defienden.
Una vez terminada la marcha que ha durado aproximadamente una hora y cuarto, me tomo la tan ansiada cerveza y le cuento a Juan toda la verdad sobre las brujas y mis tiempos de soltero en que tuve que decir a más de una de ellas que hiciesen el favor de decir de agarrarme el brazo porque ni me gustaban ni jamás iba a salir con ellas. Y que, por favor, si tenían algo que decirme (Ana María o Camila por ejemplo) que hiciesen el favor de mantener las distancias suficientes como para poner las cosas en claro porque el peligro era que si mi Princesa me hubiese visto ligar con algunas de ellas (cosa que jamás sucedió y jamás sucederá) no se hubiese casado conmigo; y si se enfadan que reclamen al armero de Eíbar que está tan eufórico porque su equipo ha subido a Primera División del Fútbol de España que a lo mejor las hace un poco de caso. Yo no tengo la culpa de que las brujas feministas y sus admiradores (que tienen muy mal gusto sea dicho de paso) estén frustradas y frustrados. Fin de la conversación con Juan y sigamos viviendo en paz; pero el feminismo es tan nefasto como el machismo. Por eso ni Ella es feminista ni yo soy machista y a quien San Pedro se las dé (me refiero a las feministas machorras) que Dios les pille confesado. Cierro mi Diario pensando en Will y en Greta; que son dos temas que me apasionan de verdad.