Será la luz que me alumbra.

Las luces emprenden un largo camino de despedidas. Los pájaros saludan a las sombras prendidos en los sueños del atardecer; acuden a beber sus deseos de existencia en la laguna y, luego, nítidos, vivaces, con el ritmo de los segundos de sus alas, se convierten, lentamente, en seres invisibles. ¡Sólo está ya mi pronombre junto al aire soñoliento! Y duermo bajo el universo de la calma todo este insólito emprender caminos con la vida misma.

Cuerpo solitario de mi propia conciencia, me lleno de sentires al compás del dulce y delicado insomnio, respaldado en esta errante búsqueda de los mundos cuando los recuerdos llegan, intermitentes, como fugaces son las horas del delirio. Junto al lirio un cauce de sueños blancos me convierten en olvido. ¿Qué hay más allá de lo viviente? Una especie de respuesta se me enrosca en el pensamiento y descubro que, recordándome como cuerpo y como alma, puedo volar por entre las cosas inocentes.

Entrego palabras para un diccionario nuevo que recoge las caricias transparentes de un despertar silente. El silencio es, a veces, compañía suficiente para ser poeta: ni perdido en la penumbra / ni vencido en las batallas / quizás lo que siempre callas / será la luz que me alumbra.

3 comentarios sobre “Será la luz que me alumbra.”

  1. Qué bonita la luz que te alumbra.

    El silencio es, a veces, compañía suficiente para ser poeta: ni perdido en la penumbra / ni vencido en las batallas / quizás lo que siempre callas / será la luz que me alumbra.

    y así es Diesel.

    Me encanta!

Deja una respuesta