Si queremos de verdad saber lo que es la libertad de expresión debemos saber antes qué es la Libertad, para qué sirve la Libertad, por qué pedimos Libertad, qué función debe cumplir la Libertad y que no hay Libertad si no existe la Verdad dentro de dicha Libertad.
Si de la Libertad hablamos debemos recordar aquel episodio sucedido cuando Galileo descubrió que era la Tierra la que giraba alrededor del Sol (heliocentrismo) y no el Sol el que giraba alrededor de la Tierra. Recordad cómo la Inquisición (que de Santa sólo tenía el nombre) le excomulgó y le amenazó con hacerle morir en la hoguera si seguía diciendo en público que la Tierra giraba alrededor del Sol. Él respondió que de acuerdo, que sí, que era el Sol el que giraba alrededor de la Tierra pero que la Verdad era que la Tierra giraba alrededor del Sol.
Ante tal acto de fe y convicción la Inquisición (que de Santa sólo tenía el nombre) no le quedó otra opción que anular la excomunión y aceptarle de nuevo en el seno de la Iglesia.
Si de la Libertad hablamos debemos recordar, ya que citamos a Galileo, que a Jesucristo le llamaban Jesús el Galileo y que jamás se retractó nunca, nunca jamás, de ninguna de todas las Grandes Verdades que dijo, aunque por ello lo crucificaron antes de volver a renacer.
Si de la Libertad de Expresión hablamos hablemos de lo que es la Sensibilidad. ¿Qué sucede con la Sensibilidad?. ¿Acaso la Sensibilidad es sólo propiedad de quienes cometiendo actos antinaturales se ofenden cuando se les dice la Verdad?. ¿Acaso los que decimos la Verdad no tenemos Sensibilidad?. ¿Acaso debemos ser hipócritas y fariseos para no herir la “sensibilidad” (yo mejor diría sensiblirería de algunos) y callarnos y mantener silencio en vez de decir que están equivocados?. Yo, como los dos Galileos citados (Galilei y Jesucristo) no solo digo que la Tierra gira alrededor del Sol sino que proclamo que las Verdades que dijo Jesucristo si están cargadas de Sensibilidad, de tanta Sensibilidad que se scarificó por el Mundo entero.
Y si alguien se siente “sensiblero” por todo esto quen lo exponga con razones suficientes para que entiendan que jamás callaré mis Verdades porque son las que he aprendido de Galileo Galilei pero, sobre todo, de Jesucristo.