Si se logra alcanzar esa utopía…

Charles Péguy dejó para la posterioridad una frase que dice así: “El que no dice la verdad se hace cómplice de los mentirosos”. Y Cicerón dijo “La verdad se corrompe tanto con la mentrra como con el silencio”. La verdad y la mentira son los dos polos opuestos entre los que nos movemos los seres humanos. ¿En toda verdad hay siempre algo de mentira? Podríamos decir lo contrario, que en toda mentira hay siempre algo de verdad. El asunto prioritario es saber a qué damos mayor prioridad, a los que sólo dicen mentiras o a los que sólo dicen verdades. Si tenemos en cuenta que todo lo relativo termina por ser un absoluto, sólo depende de nuestra propia personalidad ser creíbles o no ser creíbles. Esa es la eterna disyuntiva de quienes nos dedicamos a la comunicación. Entre lo social de las mentiras y lo personal de las verdades existe todo un territorio comunicacional que limita, por un lado, con lo que podemos creer y, por el otro lado, con lo que no debemos creer. Entre poder creer y no deber creer hay siempre un espacio infinito para la imaginación.

Sobre la imaginación, en este mundo de las verdades y las mentiras, se han dicho muchas frases que han quedado fijadas en la historia del pensamiento humano. Entre ellas, por ejemplo, las siguientes: La imaginación es el lápiz con que el niño pinta sus mejores aventuras. No dejes de probar tus ideas, pueden ser las mejores para ti. La imaginación es más rica que el lenguaje… porque sugiere con las palabras. La creatividad amplía todos los límites. Imagina la felicidad y sencillamente ésta llega a tí. Imagina una sonrisa y ésta te hará reir. Con ella te emocionas, suspiras y hasta te irritas, es mágica invencible y oportuna, es simplemente: la imaginación. Imaginar es vivir un poco más felices. La imaginación lleva a la abstracción, la abstracción, a la creatividad, la creatividad al arte y el arte a la imaginación. La imaginación es la herramienta más eficaz y maravillosa, sólo para aquellos que la utilizan. El poder de la mente no cabe en el universo. La imaginación es la heroína de la pura y dura realidad. La imaginación es una de las partes más importantes de nuestra vida, sin ella no somos nada. Imaginar es resolver un problema en un mundo donde la ilusión es la solución. Nuestra imaginación es grande, ya que con ella podemos hacer lo que queramos. La imaginación es más importante que el conocimiento. La imaginación es la pizarra en la que escribimos los ideales que la goma de la vida intenta, a toda costa, borrar. Dar rienda suelta a la imaginación es maravilloso, intentar encontrarle una lógica es hundirse en la locura. La imaginación es como el buen whisky, cuando más te hace falta te evade de la realidad. Imaginación es otra forma de vivir experiencias, con la ventaja de poder corregir los errores cometidos. La imaginación nos hace dueños de nuestra vida. Los sueños son la meta y la imaginación el transporte… la realidad, el punto de partida. El pensar es el portal hacia el espacio, el imaginar es el portal del infinito. Imagina y vencerás. Donde esté un bonito sueño que se quite la cruda realidad. La imaginación es, sobre todo, orgullosa, nunca se dejará pisotear por la realidad. La imaginación imagina de noche aquello que no se haya de día. La suprema facultad del hombre no es la razón sino la imaginación. La imaginación no lo es todo, sino que el todo forma parte de la imaginación. Las ideas son capitales que sólo ganan intereses entre las manos del talento. La imaginación es la prueba de la existencia del hombre y su evolución.

En el sentido de valorar a la imaginación en su verdadera y justa medida, un día dejé yo mismo escrito: Contádme allí… entre los que sueñan con todas las esperanzas conquistadas al amanecer y entre los que se hunden en lo profundo del sueño de los inventores de cuentos -cuentistas alegóricos de la realidad- de la imaginación; esos pequeños e inocentes juegos/jugos de palabras que se hilvanan/enhebran y entretejen… para producir verdades irrebatibles en forma de creaciones y creatividades increíbles: hábiles e incesantes/increibles/incansables curiosidades que detallan/denominan todo lo que nos rodea en forma de sentires y sentimientos metafóricos, transformaciones alambiqueadas de las evidencias e inquietudes divertidas u otras ilusiones/alusiones de la vida… lejos… muy lejos de la fría tecnología. Contádme entre los que, de la nada/nadie, hacen surgir hadas y gnomos, duendes y, sobre todo ello, mariposas encantadas que nos guían y transportan a un mundo mucho más humano. Contádme allí… donde están los que nacieron con alas/olas para desbocar las palabras y convertirlas en pasiones/mansiones pronunciadas con letras vivas escritas/grabadas en la atmósfera de un bar, de una cantina, de un restaurante humilde, de un zaguán… repartidas siempre con amor por entre las estrechas e internas entrelíneas de una hoja en blanco que se transforma en compañera y amiga a través del simpático momento de lo intrascendente/ascendente… quizás bajo el olor de un chocolate caliente, el sabor de un café con leche, el humo de un cigarrillo popular/singular o el aroma de los avellanos. Desde ese mismo momento/encuentro contádme… pues no hay nada más fácil que crear una sencilla/sentida oración viva cuando las sílabas silentes y calientes salen del corazón y se hacen sonoridad y sinceridad sin mancilla; como, por ejemplo: “Padre, hoy tengo más vida y más presencia que siempre gracias a Ti”. Contádme allí… entre los protagonistas de la inspiración/aspiración relatada en hondos guiones de teatro humano o en profundos libretos de cine dinámico y vivencialmente visionario. Y entre los que, investigando libre/libérrimo a través de todo lo intuído/oído/visto/presenciado son capaces de sentirlo y con todo ello crear escenas tan llenas de vida que se transforman en alguna grata Greta o en alguna dama azul abierta a cualquier significación final o en un señor del barrio fumando un “chester” color canela mientras el tonto del arrabal juega con los gorriones y en el loco umbral de la umbría yo me hago un poco mayor para irme por los caminos del tren… hasta introducirme en lo profundo del mar y convertirla en estatua/estatura de cristal a toda mi fantasía y es que Pinocho cuenta mentiras a Pocahontas que ésta crea/recrea porque son las verdaderas manifestaciones del amor… Contádme entre los que se llaman a sí mismo jugadores de los calendarios/candeleros conmemorativos de todos los siglos vividos y por vivir, posando/reposando sus locos versos/besos en las locas rimas/ramas de los locos almendros/rododendros. Contádme, en esta loca y triple tripartita cuestión de la tríada trinitaria, entre los que escriben millones/billones de puntos suspensivos al alba… mientras Don Quijote y Sancho Panza sueñan/resueñan con el infinito de todo lo soñado…

Últimamente nos están calibrando y midiendo, por culpa de las ideologías políticas, con tantas mentiras que ya no sabemos si la pregunta es dónde está la verdad y dónde comienza la no verdad. Lo verdadero siempre es una inocencia dentro de este mundo de los malos hábitos. En resumen, hay dos cosas imprescindibles para llegar a ser verdaderos: ser capaces de ser creíbles y ser capaces de ser increíbles. No es la misma cosa pero para hacer una unidad con ambas debemos conocer/reconocer a los que dicen verdades y a los que sólo cuentan mentiras. Si en el conjunto social supiésemos deslindar estas dos cuestiones y delimitarlas con exactitud, estaríamos hablando de otro mundo mucho mejor que el que estamos teniendo que soportar de manera obligatoria y en contra de nuestros sueños. Tendríamos un mundo mejor que sólo es posible cuando las mentiras únicamente sean un recuerdo del pasado.

Tenemos la obligación humana de volver a partir de cero para poder construír esa utopía que todos y todas estamos buscando. Si conseguimos separar el mundo de los verdadero de las falacias mentirosas de las ideologías, habremos dado un paso enorme hacia la Liberación Cristiana y digo Liberación Cristiana porque es la única salida que existe para vivir en un mundo mejor, en un nuevo mundo, en un mundo donde todos tengamos dignidad. En este sentido, sería deseable tomar la solución de hacer que la Economía se libere definitivamente de la Política y las demás ideologías sociales y religiosas. Separar a la Economía de estas pesadas cargas ideológicas con que nos han estado dañando continuamente quienes han tenido los podres fácticos para no dejarnos vivir tal como soñamos vivir. Si se logra alcanzar esa utopía seremos, por fin, liberados.

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