Siempre en mi vida

…y entonces ascendiste por mi sangre

con la fuerza de un bosque envuelto en llamas

y hubo restituciones y retoños en el viejo país de la esperanza

te anduve el territorio de los ojos

buscando el cardinal de tu mirada

y fue de sueño arriba la ternura

cuando te supe el rumbo de la savia

empecé a comprender tus estandartes

como si fueran mías tus batallas

como si fueran mías desde antes

cuando andaba mi piel desamparada

porque yo regresaba del vacio

anhelando el olvido en la distancia

y naciste de pronto en mi tormenta

maravillosamente iluminada

fue de ver tu horizonte y fue de verte

que me naciste sol y llamarada

y entonces fueron dulces los retoños

y entonces fueron mías tu batallas

y me nació este amor resplandeciente

que venia latiéndome en las ganas

faltaba la mitad de cada símbolo

y esa otra mitad

vos la llevabas

por eso me asome a tu sueño grande

para que vos me vieras hasta el alma

para que me dejaras habitarte

un tiempo sin relojes y sin trampas

…y fue así de sencillo que te quise

territorial

y plena

y desatada

y presente y ausente y cerca y lejos…

pero siempre en mi vida

con la fuerza de un bosque envuelto en llamas

2 comentarios sobre “Siempre en mi vida”

Deja una respuesta