Eternas sonoridades. Sali ha muerto.
Los relojes blandos precintados
insisten en ser dioses de la eternidad.
Suspira la rosa. Dios es Vírgen.
Módulos peremnes e insomnes.
Dalía ha muerto. Cristales de roca
deletreando en su bigote el gozo del trazo.
Borrón y cuenta nueva.
Distinguido público…
No es mi culpa. Lo lamento.
2 comentarios sobre “Silencios”
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Amigo grekosay, los módulos perennes e insomnes que con tanta claridad razonada expones en estos Silencios son profundas razones para insistir en lo esencial que resulta una nueva vida para más allá del “momento”. Gran filosofía de la vida y gran metáfora de la muerte.
Tan esencial como tu poesia.
Besos, greko