Sin tildes ni acentos para hablar del amor.

Prometo escribir un texto largo y denso sin tener que acudir a las tildes ni a los acentos, ni a los falsos signos que no sean otra cosa que amar libremente bajo las noches con luna blanca, en las calles libres lejos del mundanal trasiego de la avaricia en forma de metal. Prometo escribir un largo y denso texto sobre el amor que no sabe de subir a los podios para ponerse, como yugo, el oro, la plata o el bronce de las ataduras mundanas. Prometo escribir un largo y denso texto sobre el amor sin falsas tildes, sin inocuos acentos, sin interrogaciones dubitativas, sin admiraciones deformantes… prometo, y lo voy a conseguir, escribir un largo y denso texto sobre el amor vivido en las habitaciones con las ventanas abiertas porque no le importa el cotilleo de los vecinos ni los chismes de las vecinas.

Prometo escribir un largo y denso texto sobre el amor sin tildes parafernalias, sin acentos de hombres y mujeres mezclados sin ninguna clase de moral ni de conducta sana. Prometo escribir un largo y denso texto sobre el amor ahora y cuando llegue el anochecer… para demostrar que se pueden decir verdades sin tildes falsas, sin acentos vacuos, sin interrogaciones dubitativas, sin exclamaciones vanas y soberbias; que se puede escribir del amor que reside solamente en los besos boca a boca, en los besos cuerpo a cuerpo, en los besos alma con alma sin ninguna cortapisa de complejo alguno. Prometo escribir un largo y denso texto sobre el amor sin recurrrir a ninguna otra forma ni manera de entenderlo sino la del hombre y la mujer viviendo en medio de su intensidad, de su inmensidad, de su infinitud y de su grandeza. Prometo escribir un largo y denso texto sobre el amor que se vive sin censura ni pecado alguno. De ese amor natural que nace en la madrugada y dura hasta el anochecer de todos los años de nuestras vidas. Prometo escribir, sin tildes ni acentos, sobre esos amores que hacen la historia verdadera de los hombres y las mujeres de verdad; de esos amores que viven sus luchas diarias en medio del beso enardecido y las manos asidas al alma del anochecer; de esos amores que bailan al sonido de los instumentos musicales que provienen del interior del sentimiento; de esos amores que no tienen tiempo para perderlo en las angustias de la avaricia ni en las ansias de los poderes; de esos amores ocultos en las viviendas calientes de las noches que arden bajo el furor de los besos y el tacto sin mancha alguna de pecado venial, ni de pecado cardinal, ni tan siquiera de pecado original. Prometo escribir un largo y denso texto, sin tildes ni acentos, sobre los amores del primer hombre y la primera mujer que habitaron la estancia de las arboledas sumergidas en el sueño de los tiempos; de ese amor que se vislumbra siempre bajo las hogueras invernales y entre las ensoñaciones del alba. Prometo escribir un largo y denso texto sobre el amor para hablar sin alharacas jocundas ni retorcidas palabras del puro sentimiento que une a un hombre con una mujer en la ceremonia de los pleamares que, en el horizonte, reflejan su luz en los ojos enamorados, en los labios enamorados, en los cuerpos enamorados, en las almas enamoradas. Prometo escribir un lago y denso texto, y lo voy a conseguir, diciendo al mundo entero que me sobran las tildes y me sobran los acentos para escribir mil veces la palaba Amor en las cortezas de los abedules, en las hojas de las plantas que rebosan vino entre sus frutos. Si. Vino de fiesta para celebrar la ceremonia de un hombre y una mujer que no tienen tiempo sino existencia. Prometo escribir un largo y denso texto sobre la palabra Amor y desgajarla de las mentiras para convertirla simplemente en un soy contigo y contigo estoy, voy contigo y contigo voy, estoy contigo y contigo estoy. Prometo escribir un largo y denso texto sobre el amor de los gorriones y las gaviotas convertidas en seres humanos que pueblan la tierra, surcan los aires y vuelan sobre la mar. En el horizonte lejano no hay ninguna tilde ni ninguna clase de acento que haga del amor una parodia. Prometo escribir un largo y denso texto sobre el amor que no se limita nunca porque cruza las fronteras del miedo y se enardece con los infinitos de los confines de la vida; de un AMOR con A grande de Amanecer, con M grande de Mantener, con O grande de Ordenamiento y con R grande de Romance. Prometo, y lo voy a conseguir, escribir un largo y denso texto, sin interrupciones algunas, sin tildes y sin acentos y sin interrogaciones dubitativas ni admiraciones exclamativas para convertirlo solamente en un discurso de palabras enraizadas en la plataforma de todos nuestros sentidos corporales y en todos nuestros sentidos espirituales. Un amor de hombre con mujer que rebase la frontera de la mentira, del engaño, de los celos, del odio, de la ira, de la envidia… de muchas circunstancias que tanto abundan hoy en esta Tierra que arde de desazonamiento por culpa de las patrañas de unos pocos y unas pocas que tienen mucho… de unos muchos y unas muchas que tienen poco… de unos y unas que ni tienen mucho ni tienen poco… y de muchos y muchas que no tienen nada. Prometo escribir un largo y denso texto de amor con las rosas del aliento y los claveles de la voluntad. Porque entre los amores de los hombres y de las mujeres siempre hay que entender y saber diferenciar los verdaderos de los falsos. Por eso prometo escribir un largo y denso texto, sin tildes ni acentos, para demostrar que se puede amar bajo el alba de la madrugada, bajo el sol matinal, bajo el calor de la tarde, bajo el atardecer transitivo, bajo la luna inicial y bajo las estrellas del pleno anochecer sin tener que pensar para nada en el pecado de las tildes peyorativas, de los acentos amenazadores, de las interrogaciones que hacen dudar, de las admiraciones que hacen caer en la soberbia. Prometo, y lo voy a conseguir, escribir… escribir… escribir… y escribir un largo y denso texto sobre el amor de los puntos suspensivos en los que colocar todas nuestras ilusiones, todas nuestras esperanzas, todos nuestros sueños, todo nuestro nuevo amanecer una vez que hemos despertado del insomnio de esta sociedad perdida en medio del desconcierto, de la inicuidad, de ese trastorno mental y sexual en que se han convertido muchos y muchas por querer demostrar que son libertarios. No. No intento ser libertario ni hablar de los libertarios. Intento solamente hablar de la LIBERTAD con L grande de Linaje; con I grande de Igualdad; con B grande de Belleza; con E grande de Esperanza; con R grande de Romance; con T grande de Transcendencia; con A grande de Arrobamiento y con D grande de Destino. Prometo escribir un texto largo y denso sobre el amor para demostras a los que solamente son polluelos desplumados a la hora de hacer el amor, que no se necesitan alharacas fantasmales para ser, para existir y para amar siendo y existiendo. Para demostrar a esos que se creen los dueños del libertarismo que sus ideas no son mis ideales ni que sus ideales son mis ideas. Prometo escribir un largo y denso texto sobre el amor sin tildes fronterizas, sin acentos con barreras, sin interrogaciones con dudas, sin admiraciones con soberbia… para demostrar que en los puntos suspensivos de cada amanecer, de cada atardecer y de cada anochecer puede erradicar el verdadero arte de saber amar. Prometo escribir un largo y denso texto que vaya lejos, muy lejos de la pantalla de mi computadora y se salga de su pantalla para dejar claro, sin tapujos, que no es amor el amar con las mentiras, los engaños y toda esa parafernalia de cruces raros y trasnochados que confunden con la verdadera bohemia amorosa. Estoy seguro de poder conseguir un largo y denso texto sobre el amor que se vive entre un cuerpo masculino y un cuerpo femenino para derrotar a las parejas que no lo son. Basta y sobra con poner un poco de alma para demostrar que Dios tiene la Verdad, que la Naturaleza tiene la Verdad; que Jesucristo es la Verdad y que no es necesario ser un santo ni una santa para poder amar dentro de las proyecciones dimensionales y el proyecto del Ser Supremo. Prometo, y ya lo he conseguido, escribir un largo y denso texto donde acumular toda mi franqueza para derribar el engaño de los que visten de lujo o visten de muerte… que el verdadero amor es la Vida en el pleno sentido NATURAL con N grande de Nacimiento, con A grande de Agradecimiento, con T grande de Tratamiento, con U grande de Ungimiento; con R grande de Robustecimiento, con A grande de Adelantamiento y con L grande de Lanzamiento. Y es que el amor verdadero, el libre, el de la Verdad, el de un hombre con una mujer, es el nacimiento de un beso en el alma, el agradecimeinto de un beso en los labios, el tratamiento de un beso con apasionamiento, el tratamiento de un beso con virilidad, el ungimiento de un beso sin pecado, el robustecimiento de un beso con ardor, el adelantamiento de un beso prematuro y el lanzamineto de un beso sin final. Final. El amor verdadero ni se cambia ni se compra ni se vende ni se mancilla. El amor verdadera es siempre un Principio con P de Poder de Dios. Y soy Cristiano con C grande de Compromiso.

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