Sobre la existencia…

A ver. Parece que más de uno aquí tiene la idea de que yo no existo. Que soy algo así como un fragmento de la imaginación del tal crisantemo. No creo que el señor en cuestión tenga la mente tan enferma como para haberme inventado, y aunque no lo crean, me cae de madres que si soy real. Por otro lado, me vale si no lo creen.

Llegue aquí porque una amiga (que NO escribe ni su nombre pero le encanta leer cosas así) me recomendó este lugar para poner las tarugadas que luego escribo. Yo pienso seguir aquí, posteando de vez en cuando algún texto que se me ocurra o que crea que merece ser compartido. Y por supuestamente que opinando, criticando, vivoreándo y, cómo no, chingando cuando sea conveniente.

Ah, y también felicitando y celebrando cuando lea algo que en mi opinión valga la pena. Y si, ya he leído cosas muy interesantes, pero me da flojera comentar a todo.A algunos no les van a latir mis comentarios. Lo siento. No soy monedita de oro. Lo intente una vez y me fue como en feria.

He dicho.

El Villano los saluda

3 comentarios sobre “Sobre la existencia…”

  1. Señor Villano: ¿Me puede decir por qué tiene usted la necesidad de chingar a los que escribimos en Vorem? Supongo que ya habrá acudido usted a algún profesional y se lo habrá aclarado, tampoco mi pregunta es otra cosa que pura retórica, así que no hace falta que conteste. Haga caso de lo que le hayan dicho en la consulta y trate de eliminar esa vena que le lleva a molestar, incordiar, chingar como usted dice.

    Sea usted prudente y, si algo no le gusta, cállese y en paz. ¿No comprende que sus contribuciones pueden acabar creando una atmósfera de negatividad que también le va a afectar a usted?

    Sólo me dirijo a usted en esta ocasión, para hacerle reflexionar. Lo malo que arrojamos a los demás nos puede volver duplicado. Y si le parece pura superstición, no me haga caso en esto último, pero sí en lo demás que le he dicho.

    Un saludo (no muy cordial, la verdad)

  2. “Supongo que ya habrá acudido usted a algún profesional”

    Efectivamente. Mi psiquiatra me dio una explicación: Dios me odia.

    “Haga caso de lo que le hayan dicho en la consulta”

    Eso hago.

    “Sea usted prudente y, si algo no le gusta, cállese y en paz.”

    Nel. Por eso la sociedad está como está. Todos se aguantan todo con tal de mantener la supuesta armonía.

    “Sólo me dirijo a usted en esta ocasión”

    Nuncamente. Es usted libre de dirigirse a mi cuantas veces guste, y decir que se le dé la gana, sea bueno, malo o feo, de mis escritos o comentarios.

    “Un saludo (no muy cordial, la verdad)”

    Se nota, mi estimada. Se nota.

  3. ¿Cómo puede saber un psiquiatra que Dios le odia? Y lo que es más ¿cómo puede transmitírselo a usted? Será broma ¿no?
    Señor Villano, entónese con el universo, admírelo como la obra perfecta que es y olvídese de bobadas. Me han dicho que hay psiquiatras que están peor que los que van a consultarles.
    Un saludo.

Deja una respuesta