Como una mujer a solas
esperando la venganza del poema,
no le teme al sol de agosto.
Impiedad a los impíos
amor a los amados
y los azotes sólo la liberan
de su propio pasado.
Letras que bailan y se posan
trastornan un marco que oscurece al cuadro.
alguien vive, alguien goza, alguien tose,
en medio del fuego que entontece
a la ciudad en verano.
Ella camina. Se contonea.
Mira el reloj y piensa que es temprano
para ir tan rápido a ninguna parte.
Él la aguarda. Siguen juntos por la calle
hirviente y silenciosa,
no hablan, ni se miran.
Pasean. Desearían, a veces, tener algún rumbo,
alguna meta.
Repiquetean las pisadas
con el mismo ritmo.
Cruzan las miradas y sonríen.
Luego siguen, tomados del brazo,
cada uno en su propio cielo.
Sin una nube.
Silencioso el paseo de descubres. En el pecho interno de ambos cada uno tiene su propia historia y su propio cielo. Qué lástima que no puedan compartirlos plenamente a pesar de sus deseos. Me gustó el ritmo del poema y la interioridad de los sentimientos que expresa. Muy bien Electrofredja, muy bien.
Muy bello poema, introspectivo pero al mismo tiempo, separando las dos realidades y uniéndolas en una sola en el transcurrir, del paseo en un paisaje callejero, límpio y de pureza de ciudad. En el silencio de la ciudad abandonada en Agosto.
Me gustó.
Un saludo.