Buscando en el fondo de mi corazón, encontré respuestas a preguntas hechas hace mucho tiempo. Respuestas que no me gustaron oír, que me hicieron poner los pies sobre la tierra y
salirme de mi caja de cristal.
Quien crees que eres, de repente se convierte en un suspiro inimaginable que navega hacia el cielo sin destino alguno. Te percatas de los pequeños detalles que pasan a tu alrededor y por primera vez bajas la guardia para observar como son las cosas de verdad, como son las cosas en la vida real… son tan distintas a como son en tu mundo.
Ese mundo de fantasía en donde crees que el amor todo lo puede, donde siempre va existir un “vivieron felices para siempre”, un lugar en donde tu eres lo mejor en cualquier sentido, donde las personas te aprecian de la misma manera que tu lo haces con ellos y un sin fin de historias más, que solo son reales en tu mundo.
Pero todo cambia, y en ese cambio es cuando sales de tu mundo, cuando ves las cosas con toda la claridad posible y de repente explotas y las lagrimas empiezan a rodar por tus mejillas.
Ves como eres una persona que la mayor parte del tiempo convive con la soledad en lugar de con otras personas. Te das cuenta de que muy poca gente se preocupa por ti y que de esos solo unos cuantos se atreverían a dar la vida por ti. Caes en cuenta de que naciste solo y solo morirás. Que ya no hay marcha atrás, que ya estas en el mundo real y justo en ese momento de tristeza, felicidad y esa mezcla de emociones, quieres empezar a vivir en el mundo real.
Quieres hacer tantas cosas que el tiempo no te alcanza y que tarde o temprano se va a terminar… y lo terminaras de la misma manera que lo empezaste, solo!
Es muy buena tu reflexión en algunos puntos relativos (“la mayor parte del tiempo convives con la soledad en lugar de otras personas”, “muy poca gente se preocupa por ti” “sólo unos cuántos se atreverían a dar la vida por ti”) pero no puedo compartir, aunque considero muy buenas tus reflexiones en otras cuestiones, como “es mundo de fantasái creer que el amor lo puede todo” (al menos a mí, personalmente, me ha sucedido en la vida real y no hablo de ninguna fantasía, que el amor lo ha podido todo y es algo real y te lo puedo demostrar) como también es verdad, aunque lo dudes, que vivo feliz con Ella (me refiero a mi esposa) para siempre (y te lo puedo demostrar aunque lo dudes), que sí es verdad que a veces he derramado lágrimas por mis mejillas pero he encontrado personas con las que vivir y olvidar esas lágrimas (y te lo puedo demostrar aunque tú lo dudes) y que me da tiempo a hacer todo lo que intento alcanzar porque ya lo he alcanzado (y te lo puedo demostrar, aunque tú lo dudes, de que he publicado libros, de que he plantado árboles y de que he tenido hijos solamente con mi chavalilla; ya que dicen que estas son las tres cosas que convierten a un hombre feliz porque se ha realizado como hombre). De todas formas comprendo tu manera de pensar y te felicito por el texto; ya que resulta muy interesante leerlo. Un abrazo cordial y amistoso.
La soledad si se sabe llevar y administrar no es mala compañera, todo depende de la dependencia que tengas del mundo exterior, esta dependencia no debe ser excesiva hay que guardar tiempo para estar con uno mismo, conocerse y quererse.
Si evitas ésto, temerás a la soledad.