Son personas que vivieron vidas duras. Son personas que trabajaron de sol a sol para ganarse honradamente el sustento. Son personas que miran limpiamente a los ojos y no bajan nunca la cabeza porque, aunque pobres en dinero, son grandes en humanidad. Son personas que sufrieorn pero ahora se entretienen y son felices (con sus jubilaciones muy justas e injustas depués de haber trabajando tanto), pero son felices porque (a pesar de las injusticias de sus pensiones) ellos juegan alegres al dominó, y juegan alegres a la petanca, y los viernes hacen sus humildes bingos y bailan… bailan pasadobles españoles… y beben y comen, moderadamente eso sí, porque el bolsillo no les da para más. Pero son personas que se sientan tranquilamente en los bancos para hablar de la vida, de esa vida que tanto ha conocido y por la que tanto han luchado. Son personas dignas.
Son personas que a veces realizan viajes en grupo con ayuda del Ayuntamiento. Son personas que aman y saben amar. Son personas que leen plácidamente los periódicos diarios (gratis porque no tienen dinero suficiente para comprarlos). Son personas. Son personas dignas. Son personas justas. Son personas (hombres y mujeres) que se respetan mutuamente. En ellos no hay rencor. Ellos saben lo que es repetar a ellas y ellas saben lo hombres que son ellos. Son personas que vivieron…. y viven… y vivirán..
Y por eso todos los domingos, a las doce del mediodía, celebran La Hora Feliz.
(Las Torres de Cotillas, Murcia, agosto de 2009)
El dinero no hace a la persona más digna y justa.
Hay que serlo y de esto los más humildes saben mucho.
Me voy a dar un día una vueltecita por ahí, para bailar un pasodoble, jugar al dominó y celebrar la Hora Feliz, que por cierto…¿Qué es?.
Un besote amigo Diesel.