Azteca es la sangre de lo Divino,
benigna hermana de puro diamante;
bendita rosa sos de este inconstante,
y no te vayas que contigo vino
la paz, la calma en mi triste destino.
Dignificándome a cada instante,
ahora nadie alumbra el camino,
pero te veo, te veo bastante.
No habría luz de no existir la sombra,
no habría fango ahora en mi memoria;
no existiría si nadie me nombra,
mas, tú lo haces y no soy historia,
pues gracias a tu luz se ve mi sombra…
tu sangre circula y tengo la Gloria.
Casi un soneto, Txiki. Casi un soneto. Cambia “ahora nadie alumbra el camino / pero te veo, te veo bastante” por “te veo, te veo bastante / ahra nadie alumbra el camino). !Y ya está. !Tienes en ese caso un soneto!. Jejejeje.