Sigo igual. Resulta que 16 más 18 son 34. Comienza con la conquista de un nuevo continente entre los rosales y la rosa roja es la primera y única que se hace grande al otro lado del Atlántico. 16. Justo un año antes, en la cima, yo voy hacia el 18. La mejor prueba de lo que vivo es afrontar mi juventud sin querer saber nada salvo jugar y jugar a resolver adivinanzas que siempre terminan entregándome su causa.
16 más 18 son 34. El sueño es un diálogo eterno y el objetivo son las palabras. Hablar para darle confianza. Y Ella se convierte en la única. Salió bien.
El pintor estuvo siempre donde debía estar, marcó el tiempo con su pincel madrileño y, llegado el ecuador de nuestras cortas distancias, moví mi libre sensación de líder sobre el terreno de juego. Jugar a ser referencia y jugar a ser diferencia. Convertirse en lo que soy. Solamente en lo que soy y en lo que es Ella. 16 más 18 son 34.
Ya metido en mi interior, cambio el punto de encuentro. Posiciones de descanso sin que nadie pueda frenar ya mi empuje. Me hago líder del juego y, al final, con el momento bien orientado, ya no tomo treguas. 16 más 18 son 34.
Parece fácil si se ve de lejos, pero tengo la sensación de que voy cumpliendo constantemente sobre el terreno de juego. Atrás quedan quienes no significan nada importante. A partir de ahora, en los instantes, alcanzo sucesivamente las evidencias de todas mis certezas. No renunciaré jamás al 16 más 18 que suman 34.
Es la inapelable realidad de un sueño verdadero. Quienes se hagan los ciegos que miren para otro lado, porque no les tengo en cuenta. A mí me sobra con las palabra final y una síntesis perfecta. Desde el ayer hasta el ahora sigue siendo lo mismo: 16 más 18 son 34. No me interesan los que se hacen pasar por ciegos ni los que no quieren oír. Sólo me interesan los ojos con Luz de Ella y su Voz. Y pienso solamente en que 16 más 18 son 34 y siempre es y será así. Estamos a 17 de junio de un año original. 1956. Quien no entienda esta clase de milagros que siga sus propios caminos, pero yo no cambiaré de Destino jamás.
El tiempo es lo que vivo en mi eternidad junto a Ella. Enciendo un cigarrillo. 16 más 18 son siempre 34. Louis Philippe de Ségur decía: “Sin moralidad, las instituciones no son nada”. Pero a mí, en plena juventud 18, no me interesan para nada las instituciones sino solamente su plena juventud 16. Por eso digo: “Con moralidad sus besos lo son todo”.
Mi abuela materna: ¡¡¡Olé, olé y olé!!!
¡¡¡Okey, okey y okey, abuelita!!!
Mi abuelita materan: A más de uno acabas de dejarle KO.
Cosas del Cola Cao, abuelita, cosas del Cola Cao como tú sabes muy bien.
Mi abuela materna: Por supuesto que lo sé muy bien. El Cola Cao y ese algo más que siempre añades… para hacer la vida más llevadera…
Escucha abuelita: Vida verdadera siempre es vida entera. ¿Vale?
Mi abuela materna: Vale.
Que pases una buena noche, abuelita. Mañana volveré a nacer.
Mi abuela materna: Como siempre, nieto, como siempre. Quizás ya se enteren los otros.
Los otros ya no tienen ningún interés personal para mí. Hubo un tiempo en que necesité que me preguntaran cosas como cómo se llama Ella, quién es Ella, a qué se dedica Ella… pero en ese tiempo no quisieron saberlo… así que ahora me conformo con saber yo cómo se llama Ella, quién es Ella y a qué se dedica Ella. Un beso, abuelita. Descansa.
Mi abuelita materna: He vuelto a despertar y me gusta muchísimo eso que dices de “El tiempo es lo que vivo en mi eternidad junto a Ella”.
Por eso canto, abuelita, lo de Lina Lina mi cantinera en lugar de Luna Luna cascabelera. ¡Jajaja! Me haces reír, abuelita.
Mi abuela materna: Entiendo perfectamente, y eso que no he estudiado, que LILIANA sea LINA porque he aprendido, gracias a ti, que LINA es el acrónimo de LILIANA. Quienes han estudiado bastante bien la Gramática Española y el Lenguaje de la Real Academia de la Lengua de España, saben exactamente que eso es verdad. Si alguien s cabrea porque LILIANA es LINA tiene doble trabajo: cabrearse y descabrearse. A lo peor es que quieren engañar diciendo simplezas como que han ligado con Ella o se han casado con Ella. Pues muy bien dicho, José. LILIANA es LINA con todas las de la Ley. Si alguno se pone burro por esta cuestión tan clara y evidente que se tire del burro y deje en paz las alforjas.
Perfecto, abuelita. Esto es lo que dice la Real Academia de la Lengua Española: Acrónimo (Del griego ἄκρος ‘extremo’ y -ónimo).
1. Tipo de sigla que se pronuncia como una palabra; por ejemplo, o(bjeto) v(olador) n(o) i(dentificado) = OVNI
2. Vocablo formado por la unión de elementos de dos o más palabras, constituido por el principio de la primera y el final de la última, por ejemplo, ofi(cina infor)mática = OFIMÁTICA, o, frecuentemente, por otras combinaciones, por ejemplo so(und) n(avigation) a(nd) r(anging)= SONAR y Ban(co) es(pañol) (de) (crédi)to = BANESTO
Así que uniendo las sílabas extremas del nombre LILIANA tenemos LI (LIA) NA = LINA. Los burros que tiren para adelante para que nos espanten.
Mi abuela materna: Ovaciones sinceras para ti, Diesel. Eres un torero como la copa de un pino. Lo que digan los “finolis antitaurinos” a mí me importa menos que un rabo de toro. Jajaja. Sabes que me emocionan y me entusiasman las corridas de toros y no me pierdo ni una. Y eso que ya soy bisabuela. Me voy a dormir esta noche escuchando tu Pasodoble. ¿Puedes imprimirlo aquí?.
Es un placer complacerte, abuelita. Ahí va el texto del pasodoble.
José Orero
el mejor de los toreros.
José Orero
el mejor de los toreros.
No hay en el mundo
un torero como él.
José Orero
el mejor del redondel.
José Orero
el mejor de los toreros.
José Orero
el mejor de los toreros.
No ha habido nunca
y no lo podrá nunca haber
mejor torero
mejor torero
mejor torero que José.
Cuando salta a la arena
y torea con placer
las muchachas madrileñas
las muchachas madrileñas
siempre se ponen de pie.
José Orero
el mejor de los toreros.
José Orero
el mejor de los toreros.
No hay en el mundo
ni nunca lo puede haber
un torero de más clase
un torero de más clase
en ningún otro cartel.
(Se repite todo 2 veces más).