Te quiero. (Y no sabes cuanto me cuesta decirlo)

A lo lejos nos veía a ti y a mí. Y sentía una oleada de nostalgia. Adentro, muy adentro. Quizá más allá del nudo que se formó en mi garganta, el cuál desató las olas y la lluvia sobre el paisaje de mis ojos. Sentía el grito de las gaviotas asustadas por el reflejo de un faro. El océano, todo ello, era un solo ser. Como tú y yo ahora.
Por eso recordé que en nuestra distancia estabamos juntos. Recordé tu presencia, recordé el cariño que tenia hacia tí. Cuando, a merced de nuestras risas, nos espiabamos uno al otro sin poder escondernos. Allí, donde las rocas formaban parte del suelo, y el recuerdo se me escapó de las manos. Nostalgia…
Por que a lo lejos te ví a tí y a mí, nuestros recuerdos y nuestro amor.
Y más allá…, más allá estaba el mar. Mirándonos. Y sonreía.

3 comentarios sobre “Te quiero. (Y no sabes cuanto me cuesta decirlo)”

  1. Precioso texto. El mismo paisaje de las oleadas de nostalgias ya llega al ánimo del lector. Esa sonrisa final es síntoma de que la distancia siempre es la mínima separación que existe. La máxima es el olvido. Al no olvidar estamos siempre juntos a lo que amamos. Un abrazo ismael.

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