El féretro se hallaba en el lugar más apropiado de la sala para que todos los allí reunidos me vieran bien*
Las velas brillaban dando un aire más tétrico al decorado
Llegaban coronas de flores por doquier Los familiares y amigos no paraban de llegar. El sacerdote en su discurso dijo cosas de mi que no yo conocía creo que exageró en demasía. Sin embargo todos los allí presentes disfrutaron aparentemente del discurso. La ceremonia rezumaba elegancia. Los allí presentes tenían clase y sobriedad, todo apariencia.
Mis familiares apesadumbrados y llorosos, se situaron al lado de Rita , mi mujer. Ella, flamante, envuelta en un ceñido vestido negro de firma italiana, comprado expresamente para la ocasión.

Menuda zorra, no ha esperado a tenerme bajo tierra para gastar el dinero que tantos años de sacrificio me costó ganar.
Una fila de compañeros de empresa se formó sin tener fin, comentaban lo bueno que era y lo mucho que me apreciaban, la mayoría de las coronas las habían enviado ellos. Mas de uno me debía dinero y favores, con su última visita se sentían libres de la deuda ¡¡Qué ironías tiene la vida ¡¡¡.
Los mismos que hace unos instantes hacían alabanzas de mi persona estaban ahora entre ellos, tejiendo una madeja de palabras agresivas en torno a mi persona.
Me vi impotente al no poder intervenir y partirle la cara a más de uno. De pronto mi esposa Rita, se acercó a mi socio lo apartó a un rincón de la sala se cogieron de la mano y se besaron en silencio , ajenos a las miradas de los demás eso me dio que pensar que ya eran amantes
y todo el mundo lo sabía …¡¡menos yo¡¡ me fijo por unos instantes en los personajes que pululan por allí
ya no hay lágrimas , ni sentimientos de dolor.
Parece que la primera impresión ya se les pasó
Un muerto más. Pienso en que no me echarán de menos
no les importo.
Mis hijos empiezan a discutir entre ellos, por la herencia
No respetan el que yo me encuentre de cuerpo presente.
Creo que estoy viviendo un mal sueño. Que este no es mi entierro. No puede ser. En vida me ofrecían otra cara
más amable , más cariñosa.

Desgraciados sois todos si pensáis que con mi muerte vais a poner un final feliz en vuestras vidas.
Estaré presente el día en que el notario abra el sobre con mis últimos deseos.
¿ qué pensabais que no sabía de vuestros tejemanejes?
Si. Siempre lo he adivinado. Y que sepáis que yo tampoco fui un santo…jejejeje….
Dejo todo mi dinero y mis posesiones, a una linda chica, que ha llenado de cariño y alegría esta falsedad de vida en la que me teníais sumido.