Adiós, Rubio.

Yo sabía ue ese ‘amor eterno’ no iba a ser eterno, ni iba a durar años, ni meses, no, meses sí, uno y medio para ser más exactos. ¿vés? ¡me acuerdo! igual que me acuerdo de tí, porque no te he olvidado y dudo que te vaya a olvidar porque nadie se olvida de un amor. Pero, creemé, yo ya no te recuerdo con amor, pues no te amo, tampoco te recuerdo con resentimiento, pues no te odio. Ahí me quedé. Entre el amor y el odio. Tu y yo siempre o nos amamos o nos peleamos, jeje… no, no me olvidé, sigo recordando estas semanas… también recuerdo estos dos años, detalle a detalle. Ya no lo recuerdo tan bien como antes pero si que me acuerdo, tantas tonterias hice… tantas tonterias sigo haciendo… pero así soy feliz, con mis tonterias y mi gente. Viviendo mi vida, bebiendome los momentos más felices de mi vida.

Muchos de ellos los he vivido a tu lado, amor ciego, pero amor al fin y al cabo… gracias. Gracias por los días que me has dado, gracias por dañar mi corazón y hacer que sea más fuerte, gracias por hacer que habra los ojos y corte. Pues tonta no soy, y desde el principio sabía que tu intención era cortar, ya no sabías que hacer ¿eh? jejeje. Me hace gracia lo tonta que fuí al querer a alguien como tu. Pero supongo que poca gente se atreve a quererte pues saben que tarde o temprano los hundiras en depresión. Pero a lo largo eso es malo, pues mientras que yo tengo amigos verdaderos a ti te rodean los falsos. Me rodeaste e hiciste que mi vida fuera mentira. Pero me quité todos los problemas de golpe al cortar contigo. Te deseo que te vaya muy bien en la vida, no te guardo rencor, ni odio. Yo voy a vivir la mia. Ahora puedo decirlo, ‘¡chau!’

Un comentario sobre “Adiós, Rubio.”

Deja una respuesta