Ante la inmensa velocidad de los presentes acontecimientos personalmente me quedo con tres, tres “momentos clave” en los que comienzan a afianzarse los “nuevos pilares de la Tierra”. La Guerra de Irak. Comenzó siendo una demostración sin precedentes del imperialismo americano en favor de sus intereses. El mundo cedió humillándose como lo hiciera antes ante César o el gran Alejandro. América trazaba así las líneas de lo que iba a ser su política del “miedo” frente a cualquier país que se opusiera a sus claros intereses imperialistas. Sé que no es una visión novedosa, pero el concepto de “guerra” sí cambió desde el momento en que fue un espectáculo transmitido al mundo, como si de una gran producción se tratara.
El segundo punto clave es el nombramiento de Ratzinger como Papa de la Iglesia católica. Las claves del cónclave estaban marcadas. La necesidad de una aproximación hermética hacia el Poder de la Iglesia, coronaba a un Papa Rey, a un poderoso nuevo emperador de las ideologías. El Vaticano va a encontrar en él la mano de hierro que ponga límite a una iglesia que se fragmenta. Su dedicación exclusiva a persiguir y castigar se ha visto premiada por grupos integristas, como los lefevrianos o cualquier “ultraísmo” que esté en movimiento. Su poder es el más sutil sobre la Tierra, porque utiliza la palabra y ejerce como Padre.
De este modo asisteremos a la pompa y circunstancia de una soledad del humilde y un juego de intereses vaticanistas para resituar el papel político en el mundo.
El tercer Pilar es la inmensa repercusión de la tragedia en EEUU por el huracán Erika. La Caja de Pandora está abierta. Una inadecuada habilidad para dar recursos a la población, ha mostrado que también existen ciudadanos de tercera y cuarta categoría. El Emperador Bush no olvidará que, bajo su imperio, tuvo que inclinar su orgullo y reconocer un mea culpa, porque si él no es el dios de los huracanes, sí ha llegado a creerse un elegido en la Tierra. Uniendo estos tres Pilares…mi visión de lo que se avecina es de una inmensa confrontación de ideologías, un futuro donde los más duros radicalismos ideológicos harán del látigo un arma de control. No es pesimismo, sino una sensación clara. Si la historia avanza hacia una organización globalizadora, nos estamos encontrando con los capítulos más “negros” y recordemos que no está muy lejos la desorbitada creación del Nazismo, como eje de todo poder y a toda costa.
Un comentario sobre “Tres grandes momentos de la presente historia”
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Muy acertada visión de un mundo que se globaliza a la par que se agrieta por mil y una costuras. El imperialismo norteamericano se tira hacia adelante para no perder su hegemonía pero los pueblos ya no son lo mismo que el siglo XIX y el XX sirvió de espeluznante filmografía bélica que, si algo no lo remedia, está a punto de estallar en nuevas y sangrientas conflagraciones. No escarmentamo. El Nazismo todavía no ha muerto y ya la bipolaridad capitalismo-comunismo hace tiempo que empalideció para dar paso a la nueva tragedia del reparto de los pasteles. Y mientras tanto, millones de seres humanos hundido en la miseria emigran por todas partes. Siglo XXI. Sálvese quien pueda por lo menos hasta que no se vislumbre otra nueva claridad poscontemporánea. Y a todo esto el Vaticano sigue retrógrado intentando retorcernos el brazo…