Donde apunta la rosa de los vientos,
y donde la aguja de la brújula se imana
en ese lugar exacto, trás de nuevos derroteros
he decidido empezar a vivir, esta mañana
Con la luz del día, seguiré un camino diferente
nueva huella, otro sendero, un rumbo incierto
puede ser que en el ocaso traiga la mente
llena de mares y de olvidados y escondidos puertos
Rumbo al océano recorreré, llanos, montes recovecos
aguas azules, cielos pétreos, arroyos rumorosos
líneas de trenes, sombras sutiles de insectos
estaciones, campamentos, terminales, aeropuertos
Para al final recalar a la orilla de los mares
marcando pies en la arena donde el agua corre y sale
contemplando las rompientes. destrozando los corales
con mil sonidos extraños, imitando animales
Si es que puedo y no me impiden, subiré hasta alto mástil
y allí, cual viejo albatros, espiaré los guardianes
que duermen en las torretas de los faros vigilantes
soñando que son marinos y no espías de los mares
o me amarraré a la quilla de un velero fantasma
y escucharé al mar que cuenta, aventuras de piratas,
del terror que da El Caleuche si lo encuentras cara a cara
pero yo si estoy seguro que el pielago será mi casa
Como nada es eterno, volveré hasta la playa
adornado de sargazos, emanando olor a agua
decorado con percebes y con conchas nacaradas
mostrando el brillo del sol sobre mis rojas agallas
Incomodo ya en la arena tal vez vuelva en la resaca
pues no se ni me interesa, adivinar lo que pasa
en las tierras, en los campos, en las playas
mi lugar esta en el mar, en medio de la borrasca
Trás de ti voy rosa nautica, enfilando hasta tu sima
en profundas oquedades, en las llanuras marinas
sonriendo a los ahogados y deseando a las ondinas
en tu húmedo regazo terminaré mis días