Conozco los mil caminos que hay
entre tu pie y tu boca
y esa sensación golosa
de ser querido y querer
y el perfume de tu piel,
cuando en celo nos buscamos
y cada rincón de casa
donde nos hemos amado.
Y tengo este “ahora y aquí”
que hoy es fuego y mañana ceniza…
y la fe que da la ingenuidad
a quien persigue utopías….
y mi ver, oír y pensar,
que el diablo anda suelto,
que si pienso, si siento es señal
de que aún no estoy muerto…
Y aunque tengo cicatrices
en el alma que me callo
porque cuando no es a espadas
a menudo, pintan bastos.
Tengo que reconocer,
que pasado lo pasado,
si no un hombre feliz,
si soy muy afortunado…
Que mas podría pedir
si ya me han regalado
el día de hoy para vivir
para gozar y apurarlo….
y ser dueño del rayo de sol
que a veces me despierta
y de la sombra fresquita del árbol
donde echo la siesta
Y aunque tenga cicatrices,
que vivir es complicado,
porque cuando no es a espadas,
a menudo, pintan bastos….
Tengo que reconocer,
que lo mío son arañazos,
y si no un hombre feliz
si soy muy afortunado.
Conozco los mil caminos que hay
entre tu pie y tu boca
y esa sensación gozosa
de ser querido y querer
y el perfume de tu piel….
(C) Isidro Martínez – Junio 2006