Un par de huevos.

Si ser mandarina es estar en la cama con Ornella Muti perfiero ser mandarina antes que estar atiborrándome de cervezas con los “larrys” del barrio. Un mandarina completo, amigo Fausto. Que ya te lo dije por las ondas de la radio: “A veces no es cuestión de mandarinas sino cuestión de limones pues si se enfadan las gallinas de qué nos sirven los espolones”. No, Antonio, no… que si “tener pantalones” es quitar la libertad de expresión a tu esposa y a tu suegra prefiero quedarme desnudo con un par de huevos para dormir caliente.

Siempre he sabido que un “donjuan”, amigo Alvarito, es un ser tan incompleto que prefiero ser el Amante de Teruel o el mismísimo Quijote antes que traicionar a mi mujer con colegialas y es que, amigo Barahona, antes de ir de cacería a los centros comerciales a ligar “niñas de papá” prefiero hacerlo, por lo menos, con Lauren Bacall… cosa que ni ha ocurrido ni ocurrirá jamás señor Gordon. Los “gallitos” de pelea, Donoso, siempre terminan haciendo el oso y comiéndose el “marrón” de las prostitutas o terminar como un Vinicio cualquiera convertido en picaflor. Ya lo dijo el filósofo: “Prefiero amar a una esposa con dos huevos naturales colocados en su lugar exacto: una sartén bien rociada de aceite”. Y es que esta mañana me he levantado pensador. Como Dios manda…

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