Una liberación personal.

No comprendemos hoy bien cómo se ha podido llegar a tan alta anulación de la personalidad de los seres humanos. Esto se preguntan muchos hombres y mujeres de la Tierra. En su tremendo despiste existencial llegan incluso a afirmar que es el Final del Mundo. Es la tremenda ignorancia que tanto anida en las mentes de quienes se consideran los líderes políticos, económicos, sociales, educativos y familiares, de manera prepotente y despótica. Los regímenes democráticos fallan en muchísimas ocasiones a la hora de la liberación personal de los seres humanos.

Es por ello que yo vuelvo a repetir, una vez más que, aunque fui un luchador en las calles a favor de la Democracia y la Libertad en todos sus aspectos, declaro también una vez más, que la Democracia no es para mí el mejor sistema político cuando los Partidos imponen sus ideologías, basados en el voto de la mayoría, si es que esas mayorías están totalmente confundidas. En esos casos, que suceden muy amenudo y que han dado origen a muchas Leyes aberrantes, me aparto totalmente de la Democracia y antepongo a ella la Autocracia de Jesucristo. Y no me duelen prendas decirlo porque Dios no es deudor de nadie. Si la mayoría democrática está equivocada yo, desde luego, no tengo ningún complejo en denominarme antidemócrata (y lo hago sólo en esas ocasiones en que la mayoría se equivoca) y me declaro seguidor de la Autocracia de Dios, a través del Camino de Jesucristo. Reflexiono. Si por culpa de decir mi Verdad (que es la Verdad de Jesucristo) me llegan a llamar hasta dictador… no me importa en absoluto porque quienes me conocen (y sólo quienes me conocen lo saben) son testigos reales de que siempre fui un opositor a toda clase de Dictadura sea de derechas, sea de izquierdas, sea de los centristas o sea de cualquier ideología que sea. Porque jamás he sido ideólogo (aunque sí demócrata) sino, una vez más lo repito, “ideálogo”, que significa seguidor de la idea libre que, en otras palabras, es lo que Jesucristo dice en la Biblia. A quien me entienda se lo agradezco. A quienes no me entiendan simplemente les digo una cosa: “Tengo mi propia liberación personal y no voy a renunciar a ella a pesar de que no entendáis o no querráis entenderme que sé muy bien que muchos saben oír pero no desean saber oír, que muchos saben leer pero no desean saber leer y que muchos saben sentir pero no desean saber sentir…. porque no les conviene a sus intereses egoístas y antisociales. Nada más. Mañana será otro día si Dios quiere… y quizás mañana sea el día en que muchos de vosotros y vosotras sepáis oír, sepáis leer y sepaís entender.

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