“UNA MENTE LIBRE”
Solía correr entre las cavidades de las estrellas destrozadas por la indiferencia de la gente,
Un día un destello capturo mi mirada, por un instante no supe si debía huir o quedarme ahí…….
Una vez recuperado el sentido salí corriendo para averiguar que había pasado, curiosamente no encontré nada. Seguí recorriendo los recovecos de la estrella mayor con el fin de poder encontrar la flor que tanto busco.
Bajo la noche estaba solo, solamente el calor de la ilusión me alumbraba, cansado llegué a mi casa ubicada en la calle Compañía, entre la casa de Miguel Bose y la de doña Pepa, la bruja de la cuadra.
Al amanecer, un nuevo día alumbraba nuestros techos y entre los rayos, logré divisar un ave muy especial que se acercaba lentamente y nuevamente dudé de que hacer ante esa imagen tan intensa y omnipotente.
Observé entre temeroso y ansioso casi paralizado y logré captar una maravilla que venia hacia mí, como hipnotizándome en cada segundo que se acercaba, pues sus colores, su luz me dejaban perplejo.
Al llegar a mí, se posó en mis manos. Al observarla bajo la sombra de las paredes de mi casa, era una simple paloma, quien había sido disfrazada solo por los rayos del sol quienes logran camuflar muchas veces lo más simple como el mayor de los tesoros.
La tomé en mis manos y descubrí que estaba herida, la llevé a mi cuarto para curarla y cuidarla hasta que nuevamente fuera capaz de volar y volver a brillar entre los rayos del sol. Pues comprendí que aquella, no era más que mi propia mente que se me había extraviado en aquel instante en que un destello capturó mi mirada.
L.A.N.
Un texto muy bello y muy profundo, muy bien hilvanado y con un perfecto final.
Enhorabuena, me ha gustado muchísimo.
Un saludo, Alfredo.
Lúdica y lumjnosa la escena que desarrollas en tu cuento, Alfredo. En un sólo punto central de la paloma hecha luz converges todo un sentimiento y eso es loable. Un abrazo.