Y así se está desarrollando. Las promesas del Dios Americano, del impasible y bíblico vidente de deidades se cumplen inexorablemente. Las bombas son ejemplos notorios de su verdad. Los cadáveres, listas de trofeos. Los llantos…un nuevo río que llevará su nombre. La Comunidad HUmana asiste a un Doloroso espectáculo, donde nada parece poder hacerse. Caeran las casas, se derramará hasta la última gota de vida. Las antiguas oraciones serán prohibidas, porque Cocacola, escrito en árabe, puede equivaler a una consigna sagrada.
Ojo por Ojo…jamás nadie escribió tan dolorosa venganza. Quienes lo transmitieron…no hicieron, sino alimentar el espacio de una libertad sin nombre que todos conocemos, pero que somos incapaces de contemplar impasibles.