Venus

Caminando en las calles de mi barrio, me aproximé a aquél lugar que hace tiempo no visitaba y que hace mucho extrañaba. Miré por la ventana y pude leer algunos escritos nuevos de aquellos que nunca se alejaron. Me sonreí. Las nubes, como grumos de leche esparcidos en el cielo, amenazaban tormenta. Me aseguré a mi abrigo y me aferré a mi sombrilla miniatura, robada del bolso de mi novia. Una sombrilla pequeña y femenina que no iba conmigo y que me dejaría empapar por la lluvia. Un trueno en el cielo, sonó como regaño y entré a ese lugar. A leer todo lo que quería, arriba de la puerta estaba el mismo letrero con el nombre del lugar: Vorem. Así que entré, saludé y tomé papel y lápiz y comencé..
– Creo que.. haré un poema.

Y escribí

Venus

Quieta, como laguna de invierno,
hermosa flor del fin del mundo,
detallo tu carne con frío, denuda.

Yaces ahí como inerte, después de
la fricción de nuestros cuerpos y
la erosión de nuestras lengua.

Yaces ahí como inerte, después
de robarnos el aliento.
Tus ojos resplandecen de inocencia
Una sonrisa ligera surca tu rostro.

Envuelta en la noche, contraste de colores
juguetean tus cabellos con estrellas
y tus pies con nebulosas,

Una neblina blanca de rocío cae
en el silencio infinito donde te dibujas
diosa de mil deseos

Yaces ahí, entre los siete mares,
plácida y tranquila,
hermosa y preciosa,
inconsciente de éxtasis,
cubierta en neblina intocable,
grabada en mi universo.

2 comentarios sobre “Venus”

  1. Y escribiste para deleite de los que estamos aquí esperando a que volvieras.
    Gracias Hacaria, espero ver más poemas como este que hoy nos regalas.
    Magnífico.
    Y como tú dices siempre…..Un saludo en la distancia.

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