Callar como cuando calla el viento.
Pensar antes de empezar a caminar.
Amar la tierra, el aire y el momento.
Y amar, por supuesto, al mar.
Hablar como cuando habla el viento.
Hacer después de comenzar a caminar.
Hollar la tierra, el aire y el momento.
Y hollar, por supuesto, al mar.
Dormir como cuando duerme el viento.
Descansar después de un largo caminar.
Soñar la tierra, el aire y el momento.
Y soñar, por supuesto, al mar.