Veredicto.

Con me castigues con demoras
si ves que no has de llegar.
dame en mano la llave
para poderme retirar.

No cometas el error del retirado
bajo la estrella del emprendedor
ni mal gastes saliva hablando
en un sin fondo de la conversación.

Sandalias viejas bajo tus pies
eso no fue lo que te trajo,
y ya no mueves victoriosa llegada
en el suspiro y amago de retirada.

No peleas con uñas lastimadas
no sobrecojes corazón de quien te acoge
no es sordera inesperada,
es sol de dicha engrandecida
que te aprieta y desprotege.

No recuerdas canción de cuna.
¿Quién dormirá tu mente en sueños?.
Eres diferencia conseguida
en un mundo placentero y vago.

Resucitas de entre la muerte
cuando ves que esta se oscurece.
pides luz en ojos ahogados
y tu suerte te la ofrece.

Mercader de vidas encontradas
que nunca llegaste a comprender,
regresa a tu lección olvidada
que queda mucho por aprender.

De lo malo a lo bueno,
es lo último que espero.
si me quedo será por eso
pero no me pidas un beso.

Y de lo bueno a lo malo
fruto de la explicación,
ventura en esperanza
y veredicto en solución.

2 comentarios sobre “Veredicto.”

  1. El veredicto de todo lo doliente siempre queda temblando en la explicación de la batalla del vivir. Pedir y no pedir… ofrecer y no ofrecer… duelo continuo de lo frágil y lo duro… lecciones para aprender que al final somos lo que hemos descubierto… un beso, NASIA

  2. A veces me imagino que despierto bajo las nuevas existencias de mi ser, bajo el descubrir sicero y la luz que nos guió. A veces miro al sol y recuerdo a aquel mágico libro que leí de Siddhartha del cual aprendí que basta con sentir sin pedir explicación.
    Y despertamos cada día del ayer que medio se desvanece limpiando nuestros ojos para poder ver cosas nuevas. Es increible saber que cada segundo es una oportunidad.

    Un beso.

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