Esta vida empezó, cuando apenas tendría unos doce casi trece años. Empezaba a darme cuenta desde mi pupitre del colegio que no empezaba a comprender la maldad que muchos los niños empezaban a tener. No me sentía identificado con su forma de ser. Cada vez me notaba mas aislado de toda esa sociedad que no lograba entender. La relación yo y el entorno no era normal, cada vez más distante.

Necesitaba algo que me compensase esa negación de la realidad.

Sin darme cuenta entre en un mundo paralelo, una consola llegó a mis manos, fue un regalo de reyes, sería de 1995, empecé a jugar como cualquier otro juguete que cualquier niño de esa edad puede desear con la ilusión que otras cosas no me daban. Yo no me daba cuenta era solo un niño.

Al principio simplemente lo veía como otra cosa mas que me llamaba la atención y así era, pero con el tiempo llegó a convertirse en quizás uno de las cosas mas importantes y mas adictivas de mi vida.

El tiempo pasaba, iba pasando y seguía sin gustarme la mayoría de las cosas que habían a mi alrededor, los niños, profesores, los ambientes y esas percepciones que te hacen estar a disgusto en muchas situaciones allá por donde estas.

Yo solo veía que iba jugando más, que donde más a gusto me sentía era con un mando entre mis manos, luchando por dar sentido a todo lo que pasaba a mí alrededor. Pobre infeliz!!! Me dirían… pero era lo único que me hacia sentir bien en aquellos años.

Cada vez jugaba más y mas, solía ser proporcional al miedo que sentía al afrontar las situaciones, mis primeras responsabilidades, que pensarán, que dirán…

Compañero de instituto: Oye David sales este viernes, que ya tienes 16 años…
David: No prefiero quedarme en casa.

Era mas feliz en mi casa delante de cualquier videojuego, que no tener que afrontar las realidades del paso de los años, cada vez me sentía mas mío, mas introvertido. Mi entorno no me ayudaba en muchas ocasiones para dar una vuelta de tuerca.Seguía jugando cada vez más… era feliz a mi manera, a mi otra manera.
Solo me relacionaba con la gente que me comprendía y compartía la afición de jugar y como de rebeldía a esta mentira que es nuestra sociedad.
Empecé jugando quizás quince míseros minutos el día en que me regalaron mi primer consola prácticamente cuando tenia trece añitos acabé con 21 años jugando mas de diez horas al día.

Cada vez más apartado de la realidad, una realidad que comprendía pero que no quería, ni quiero.

No me arrepiento de ello, yo era feliz conmigo mismo. La gente no pensaba igual. Ésa ha sido la ilusión de todos los días y no la cambio por nada, era como el tabaco para cualquier persona, pienso, yo no fumo. Se convirtió en adicción, bendita adicción pensaba, pero lo deje poco a poco fui bajando mis dosis de juego no podía seguir encerrado en esa vida que me iba quemando con el tiempo, quizás el ser humano no pueda vivir con solo una ilusión.¿No crees?

En este momento llevo 3 años sin jugar, no quiero volver a no ver la realidad. Espero que en mi vida llegue otra ilusión que me llene tanto como me llenaba esta en su momento.
——————————–
Solo quiero ser feliz.