Violencia

Bombas selectivas sobrepasan nuestras alegrías;
es un odio tácito, sin aviso surgiendo ante todo,
que empuja, con mano dura, hacia un abismo sin fondo.

Se pierde la tranquilidad, la inocencia, la sensibilidad;
es la estocada infalible para la capacidad de soñar.
Supone una guerra sin final de aflicción incurable,
que hace imposible reparar tantos dolores y maldades.

Trampa humana que sugiere un enemigo allá donde miras;
ciega a las personas frente al cambio, la verdad y la justicia;
ensordece las conciencias, deja sin voz a quien grita y lo peor:
Da de comer al sistema que acecha tras cualquier esquina.

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