La luz de la vida vistes desvanecerse de tus ojos lentamente
Esa luz de la vida que te vio nacer,
La veías como una nubecilla oscura y tenebrosa.
En un infierno sin tregua te vistes
Enferma caíste y tus esperanzas de recuperarte perdiste.
Esos ojitos achinados se te cerraban lentamente
Ese marrón almendrado de tus ojos su brillo y vida perdían
La fuerza de tu mirada lentamente te abandonaba.
Tu vida en un duro infierno se convirtió
En el umbral de la muerte te vistes
Muerta unos instantes estuviste
Vistes todo cuanto habías perdido
Por sin luchar haberte rendido
Fuerza sacaste y contra la muerte luchaste
Y de aquel lugar oscuro y vació saliste
A la muerte venciste
De ella sola saliste
Y tu enfermedad venciste.
Tus ilusiones, esperanzas y sueños has recuperado
Y a la vida fuertemente te has aferrado.