Von Bulow

Ayer viernes, 29 de febrero de 2008, estuvimos en los locales de la CGT de Murcia (calle de Floridablanca) para ver la película “El misterio Von Bulow” del director Barbet Schroeder y con guión de Nicholas Kazan. Me acordé de ti, Alicia, y de tu referencia a los cines “grifitt” de Madrid. Pensé !cuántas vemos hemos podido quizás coincidir, sin conocernos habernos conocido personalmente, en las salas de cine de arte y ensayo, Alexis!. Bueno, perdonad por haberme alejado del hilo conductor de este texto. Estaba hablando de “El misterio Von Bulow”. Fueron sus protagonistas principales Jeremy Irons, Glenn Close y Ron Silver. También destacaron los segundos actores y actrices Annabella Sciorra, Uta Hagen, Fisher Stevens, Jack Gilpin y Felicity Huffman,

Basada en el célebre caso del barón Klaus Von Bulow (acusado de provocar el coma en su riquísima esposa) esta película está narrada a partir del libro escrito por el letrado Alan Dershowitz (con la minuciosidad con que preparó la apelación a su sentencia condenatoria).

Al final de los 111 minutos exactos que dura el film (realizado en 1990 con fotografía de Luciano Tonoli y música de Mark Isham) todavía todos los espectadores nos preguntamos ¿fué el barón Von Bulow responsable del coma irreversible de su esposa Sunny?, ¿fué negligencia o intento de asesinato?. Porque la película juega constantemene con las cartas de la ambigüedad (no nos muestra, para nada, la verdadera intención del barón Klaus) subrayando el cinismo de este personaje que llega, incluso, a tentar al abogado Dershowitz (famoso defensor de causas sociales) para que acepte el caso sabiendo que necesita recursos económicos para financiar sus pleitos.

El film, de esta manera y a los ojos de todos los espectadores, dibuja a un persoanje principal nada simpático y que a trazos no tiene nada de amable en su persoanlidad. Pero esto no significa (en ningún momento de la historia) que dictamine que el barón sea culpable.

Es con esta materia prima con la que Baqrbet Schroeder (que firmó con esta película el mejor trabajo de su vida como director cinematográfico) cómo trata el asunto de una manera neutral (evitando juicios finales) que de otro modo la hubieran convertido en un simple drama legal al uso. Schroeder, lejos de ello, se centra en la compleja personalidad del barón (un estupendo Jeremy Irons del que nunca vislumbramos si oculta más de lo que muestra) y el laborioso proceso de preparación de pruebas que tuvieron que realizar el abogado y su voluntarioso equipo.

“El misterio Von Bulow2 está sazonado con finísimo humor negro casi imperceptible que nos va dando, a medida que transcurre la trama, tonos trágicos de la historia que, pese a ello, no toma partido alguno por los distintos supuestos que a lo largo del film se presentan. No se juzga a ninguno de sus personajes (la película deja esa labor a los jueces extemporáneos al arte cinematográfico) y dosifica increíblemente bien el ritmo que va avanzando a medida que va avanzando (valga la redundancia) la investigación del caso. Y así, el final queda abierto para organizar todo un debate posterior.

Y debate es lo que nosotros hemos tenido, tras ver la película y ante unas tazas de café en casa de Andrea, sobre este producto cinematográfico que obtuvo tres nominaciones para los Oscar y que le valió uno de ellos (el de actor principal) a Jeremy Irons por su magistral interpretación. Una película que cosechó un gran éxito en el resto de festivales en los que participó; entre ello, dos premios de la crítica de Los Ángeles (actor y guión), el Globo de Oro al mejor actor y el premio de la Sociedad de Críticos de Estados Unidos.

Un comentario sobre “Von Bulow”

  1. Ví esta película a principios de los noventa, siempre me han gustado mucho las películas de juicios y por eso me interesó mucho. Aparte, lógicamente, de la fabulosa interpretación de Jeremy Irons y Glenn Close, aunque esta última haya tenido mejores papeles en películas como “Amistades peligrosas” o “Atracción fatal”.

    Efectivamente, y aunque el personaje del barón retrata a un tipo bastante repelente, la película acaba dejando la ambigüedad de no poder probar el asesinato de su mujer con sobredosis de insulina, lo que viene bien para poder discutir después de la película, si se tienen amigos y tiempo.

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