Una paloma negra,
sobrevuela nuestro,
mundo actual,
lo marchita,
lo detiene,
lo hunde,
en la desesperanza,
lo lleva hacia,
los abismos de,
la desolación total.
La corrupción ciega,
y el insaciable,
instinto de poder,
marchita las flores,
que crecen en,
sus márgenes,
acaba con los bellos,
sentimientos de amor.
La vida se torna,
agridulce e ingrata,
la desesperación,
riega nuestras orillas,
el cuervo blanco,
está en camino,
viene dispuesto,
a salvar el mundo.
Yo lo espero tras,
los sucios cristales,
de esta vieja casona,
siento el impulso,
de correr y abrazar,
la vida aunque,
se que no tiene,
nada de pureza,
de bella concordia,
ni de eternidad.
Y nos queda siempre la Esperanza envuelta en el misterio de la vida…
Otro de tus maravillosos pensamientos hecho poema.
Un beso