Hola papá. Hoy quiero volver a ser tu niña de siempre. Por favor, vuelve a abrazarme una vez más. Piensa que de nuevo tengo sólo 5 años de edad (olvida por un momento que ya tengo 21) y sigue contándome el cuento interminable del Cocodrilo Coco y sus aventuras en las riberas del Amazonas. !Cuánto te necesito, papá, y cuántas gracias te doy por tus abrazos!. Si pudiese detener la vida para siempre la detendría en ese momento en que escucho las aventuras de Coco y cierro poco a poco los ojos para empezar a dormir. !Hasta mañana papá!. !No te vayas nunca lejos de mí!.