Para salir definitivamente de aquel laberinto cretense en donde los cretinos de siempre me habían querido introducir… era necesario no echarse para atrás sino salir hacia a adelante. Así que tiré a la papelera de los desperdicios mis dos relojes equívocos. ¿Para qué quería yo saber las horas de mis dolores y los minutos de mis decepciones si sólo estaba interesado en los eternos segundos de mi felicidad?.
Después me desencadené de la cadena de las falsas creencias que eran simbologías solamente y nada más que simbologías nada más y, para olvidarlas, la arrojé a un alcantarillado junto a la Plaza Mayor de Madrid, entregué mis rotos lentes en el Arco de Cuchilleros para ver con mayor lucidez mental y, por último, me dediqué, para olvidarlo todo definitivamente y saber quién era yo de verdad y quiénes eran los envidiosos, a ir regalando todos los colores de mi Fantasía a los niños y niñas más pobres de la humilde barriada, repartiendo mis rotuladores de la marca Carioca.
Y con la ayuda de Dios seguí soñando en grande…
Mi abuela materna: ¡Y en verdad qe hiciste felices a muchos niños y niñas con aquellas decisiones sentimentales! Quienes tengan sentimientos que sientan y que no te preocupen nunca los que no tienen sentimientos de ese calibre!. Un beso desde el Cielo.
Gracias abuelita. Los rotuladores eran “Cariocas” pero algunos, la verdad, están más locos que Carioco el de los tebeos. Cosas curiosas de esta vida, abuelita. Mientras las “Cariocas” no están locas los “Cariocos” están como regaderas.
Es claro, para dar, primero hay que quitarse de encima lo que nos acorta la vista, lo que nos impide avanzar, lo que nos jode por dentro y nos marchita. Despues de hacerlo, y con ayuda de Dios, podemos desparramar colores a diestra y siniestra Diesel. Saludos!
Saludos, Hacaria. La verdad es que regalando vida a quienes más la necesitan se gana más que perdiendo vida con quienes menos la necesitan. No sé si has captado lo que quiero decir con esta frase pero la escribo con total sinceridad.
Claro que si Diesel. Bien dicho, que al fin y al cabo es una buena misión para uno que esta de paso en este mundo.
Gracias Hacaria. Sé que hablas y escribes con sinceridad. Si en este punto coincidimos te lo agradezco.