Y un vuelo de palomas rozó tu rostro
y dejó su espuma en tu linda faz
y un momento eterno de transeúnte paz
regó el momento de todo el encuentro.
y volvió a nacer
la fuente del líquido amoroso
en el lecho anchuroso
del claro acontecer.
Y una voz profunda entró en tu pecho
movida por los labios del íntimo deseo
y desde entonces te siento en el recreo
de las horas sutiles que existen por derecho.
Y volvió la calma
al tiempo henchido de placeres
donde se refugian todos los seres
en la sombra de la dulce palma.
Y un sentir de sueño se apoderó de tu mirada
más allá de toda la corriente fluida
y ya nunca más fuiste una huida
que se escapaba siempre de mi fe amada.
Y volvió el acento
a subir su nota roja y desgranada
hasta la cúpula fielmente enamorada
de todo mi amplio sentimiento.