¡Yo Acuso!
Desde lo más humano que he vivido,
recogiendo de las calles el cuerpo de los sueños,
dormitando a la espera de tren con olor a mil colores.
¡Yo Acuso!
La magnitud de los bosques calcinados,
la Tierra ciega por el humo y la negrura.
Especulación de pirómanos,
que lomismo queman que queman…y nadie sabe nada.
Agua corriente para lavar de moscas la boca de los niños.
¡Yo Acuso!
El Poder inaccesible de la Púrpura;
una vez más apretando el lazo de las libertades
y favoreciendo el terror a un Infierno de pirómanos.
¡Yo Acuso!
A quienes solamente observan el dolor humano con la conmoción
soslayada de un llanto, un féretro y una medalla.
Toda la torre cae sobre sus cimientos.
Bebamos pues…en la calidez de un verano de gomaespuma,
en la placidad de una vacación de cinco estrellas,
porque la rueda de la fortuna se aloja en los bolsillos
del Banquero…y se fusiona con el baldío de las tierras.
¡Yo acuso!
Y hasta hartarme no dejaré de ver la ceguera de los continentes,
Barcelona pletórica de luces y reuniones globalistas.
¡Todo el Imperio se vuelca en un regreso a Grecia!
Olimpia. La Pitonisa de Delfos, nada dice…
¿Quién será capaz de hacerlo?