Yo que tú no lo haría forastero… (corregido y aumentado) FINAL.

Mitos del Oeste. Mucho mejor que el “ser o no ser” de Shakespeare, aquello de “yo que tú no lo haría forastero…” me llegaba hasta el interior de mi alma. La diligencia, Río Bravo, Río Rojo, Fuerte apache, Duelo de titanes, La búsqueda, El tesoro de Sierra Madre, A la hora señalada, Winchester 73, La pradera sin ley, Caravana de mujeres, La venganza de Frank James, Río de plata y, sobre todo, aquellas inolvidables como Tambores lejanos, Los comancheros, Bala de plata y Solo ante el peligro. Todo un conjunto de emociones alrededor de un valiente forastero que, sin dejarse dominar por el pánico, sí lo hacía.

Cuando mido la distancia entre un rival y mi propia persona recuerdo lo de “yo que tú no lo haría forastero…” pero soy mucho más rápido que él, desenfundo mis letras y me concentro en una sola frase: “yo que tú callaría la boca paleto…”. Muchas veces he sabido callar la boca a más de uno y a más de dos. Hasta es posible que haya hecho callar la boca a tres o a cuatro al mismo tiempo. Rápido como los héroes del Oeste que me insuflaron el manejo de las palabras, disparo un “¡Hasta nunca paleto!” y paso mi vida entre “El Paleto” y “El Túnel” mientras por la acera voy dejando “víctimas” tumbadas por el suelo de las emociones. Mitología de una Existencia.

86 comentarios sobre “Yo que tú no lo haría forastero… (corregido y aumentado) FINAL.”

  1. Como judoka que soy pido a Dios que la haya recogido en su Reino. El judo es un deporte noble y por eso no puedo dudar de que Yelena era noble. Cuando decidió darse a si misma un “salto de la montaña” y lanzarse al vacío desde el piso número 15 debe ser por algo gravísimo. Sólo pido a Dios que tenga en cuenta esto y que le haya dado perdón y gracia.

  2. Mi abuela: Supongo que sí… que Guerra sabe ya lo que es frenar a tiempo y que Felipe habrá cambiado de marca porque aquello del Centenario pues… en fin… que ya sabes la que se armó…

  3. Pues sí, abuelita. Quizás recuerdes lo de “El Lobo que buen turrón, que buen turrón”. Espero salvar a Caperucita Roja un día de estos antes de que nos den las uvas. Me refiero también, y esto quizás te sorprenda algo más, a lo de “Había una vez un lobito bueno al que maltrataban todos los corderos”. De corderos maltratando a lobitos buenos sé un mogollón, la tira de anécdotas que se me quedaron grabadas en el “CD” de mi memoria. Por eso el lobo se hartó y estuvo a punto de comerse a San Francisco. En fin que, al final, estoy en San Francisco de Los Ángeles por motivos de mi profesión artística.

  4. Está bien, abuelita. Se puede considerar del “Far West” y a ver si alguno de esos corderos se entera para que no me olviden ni tan siquiera un momento como dice la canción. Como de canciones estamos hasta el gorro (estos sí que sí que sí que es una lata y siempre tengo que ser yo quien mete la pata porque la gente no quiere no que uno tenga su propia Fe la gente no quiere no que uno tenga su propia Fe) ahí va la sinopsis: Tras la Guerra de Secesión (1861-1865) y en plena colonización del Oeste (1785-1890), el teniente John J. Dunbar se dirige a un lejano puesto fronterizo que ha sido abandonado por los soldados. Su soledad lo impulsa a entrar en contacto con los indios sioux; así es como conoce a “En pie con el puño en alto”, una mujer blanca que fue adoptada por la tribu cuando era niña. Poco a poco, entre Dunbar y los sioux se establece una relación de respeto y admiración mutuos. (FILMAFFINITY). Al final el chico se casa con la chica. Ya ves abuelita cómo todo termina con el chico casándose con la chica como en los buenos tiempos del Alcalá.

  5. Tienes buena memoria, abuelita. Fue en el Alcalá de Madrid capital donde vimos “Tambores lejanos”. Te lo paso: En 1840, en la Península de Florida, el capitán Quincy Wyatt (Gary Cooper), un intrépido explorador del ejército, sigue la pista a unos contrabandistas de armas que están vendiendo rifles a los renegados indios seminolas. (FILMAFFINITY). Aquello hizo que mi musa me impulsara a escribir “Dos pistolas escarlatas”. El chico, al final, se casa con la chica. Jejeje.

  6. Debieron ser entre 20 ó 30 por lo menos, abuelita. El número exacto no lo sé, pero a algunos les crujieron los costillares como tú muy bien dices. ¿Sabes que, hablando de costillares, hubo un torero al que se le conocía como “Costillares”?

  7. Mi abuelita materna: Sabes muy bien que soy una gran aficionada a los toros. Sí que sé eso de que hubo un torero al que llamaban “Costillares” pero no recuerdo su verdadero nombre. ¿Puedes hacer otro esfuerzo más?.

  8. Por ti y tu felicidad hago todos los esfuerzos que sean necesarios, abuelita. Apunta en tu memoria: Joaquín Rodríguez llamado Costillares fue un torero español, nacido en Sevilla el 20 de julio de 1743 y fallecido en Madrid el 27 de enero de 1800. Es considerado el padre del espectáculo taurino moderno, como innovador y organizador de la lidia. Hijo del también matador sevillano Luis Rodríguez quien fuese empleado del matadero, Costillares sigue los pasos de su progenitor en ambas profesiones, los conocimientos adquiridos en el matadero acerca de la anatomía del toro le ayudarán posteriormente como estudioso de los toros. Comienza Costillares su carrera en la cuadrilla de Pedro Palomo, para tomar la alternativa a los 20 años comenzando su carrera en solitario. Desde entonces logra reconocimiento en Sevilla, siendo de los primeros en actuar triunfalmente en la Real Maestranza de esta ciudad. Solo después haber logrado un total reconocimiento como matador en Sevilla decide Costillares debutar en Madrid en 1767. Desde 1775 comienza su rivalidad con Pedro Romero torero favorito del pueblo, convirtiéndose Costillares en el favorito de la aristocracia. Si bien no aparece en Madrid en 1776 afianzándose ese año en la Maestranza de Sevilla, desde 1780 aparece con regularidad en los festejos de Madrid hasta 1790. El 27 de julio de 1782 recibe una grave cornada en Madrid. A partir 1790 sus apariciones se hacen cada vez más esporádicas hasta su muerte, ya retirado en 1800. Sus esfuerzos por reglamentar la faena lo convierten en el creador de la corrida de toros moderna. Se le considera el creador de la base de la faena de capote al perfeccionar el lance de verónica. Por otra parte organizó las cuadrillas de toreros, que antes se contrataban por la empresa de la plaza, disciplinando su actuación y sometiéndolas a las órdenes del matador quien se convertía de esta manera en el director de la lidia. Estableció los tercios de la lidia, de varas, de banderillas y de muerte. Modificó el traje de torear estableciendo la chaquetilla bordada con galones de oro para los maestros y de plata para los subalternos, el calzón de seda y la faja de colores. Además inventó la estocada a volapié, humillando al toro con la muleta y yendo hacia el mismo con el estoque hacia el hoyo de las agujas. ¿Soy o no soy un gran reportero del Periodismo?

  9. No, abuelita, no hay ningún García en “Dos pistolas escarlatas”; pero tengo que contarte que es mucho más emocionante que “Tambores lejanos”. Ahora bien, considerando la distancia, con “Dos pistolas escarlatas” he vuelto a los orígenes de las películas del Oeste. Me parece que hasta Marcial Lafuente Estefanía se quitaría el sombrero.

  10. Mi abuelita materna: ¡Mira cómo canto yo esta mañanica, nieto! Se la dedico a todos los corderos que me estén escuchando a ver si aprenden algo de lo que es la amistad: “Negra cinta, pelo negro como el de aquella morena que con achares y celos dejó sin sangre mis venas. En sus alas hay temblores de mocitas sin fortuna que lloran penas de amores. Que lloran penas de amores bajo la luz de la luna. Ay, ay bajo la luz de la luna. Sombrero, ay, mi sombrero: Eres de gracia un tesoro. Y tienes rumbo torero cuando te llevo a los toros. Te quiero porque tus alas, sombrero de mi querer, conservan, bordao con gracia, el beso de una mujer. Tienes planta de maceta y hay en ti tal señorío que eres rey de las carretas de la Virgen del Rocío. En tus alas primorosas aún revuelan los lamentos de promesas amorosas. De promesas amorosas que luego se lleva el viento. Ay, ay que luego se lleva el viento. Sombrero, ay, mi sombrero: Eres de gracia un tesoro. Y tienes rumbo torero cuando te llevo a los toros. Te quiero porque tus alas, sombrero de mi querer, conservan, bordao con gracia, el beso de una mujer. ¿Qué dirán ahora los corderos que maltrataban al lobito bueno, nieto?

    Estribillo.

  11. ¡Quieres que te confiese una gran verdad, abuelita? Ni me importaron jamás lo que decían ni me importa jamás lo que dicen. A mí, en realidad, la carne de cordero, sobre todo si es lechón, y mira que tenían mala leche muchos de ellos, jamás me ha gustado probarla. Prefiero un buen conejo. A ver si ya se enteran de que ni me importaban un carajo ni me importan un carajillo.

  12. Mira abuelita que letra de canción se me está ocurriendo ahora. Y también se la dedico a esa clase de corderos lechones, y qué mala leche tenían muchos de ellos, que maltrataban al lobito bueno. A ver que tal me sale. “Entre dichos y decires, está el Banco alborotao. ¿De quién habrán hablao, con envidia en sus mentires? En el Banco de la esquina hay más de una gallina. ¡Dios mío, qué alboroto! Parece como un terremoto esto de escuchar rumores, pero han renacido las flores y todo me parece remoto. Recuerdo el desayuno cuando no estaba en ayuno y ¡qué pereza es escucharles inventando tantos males! ¿Quién está de la cabeza, más mal que algunos toros? Mira su frente y bajeza! Son dos muy buenos tesoros! Si te insultan por delante… ¿qué no dirán por detrás?. Tira palante palante y deja a todos atrás! Entre dichos y decires, está el Banco alborotao. ¿De quién habrán hablao, con envidia en sus mentires? En la esquina una chavala me da un saludo cortés y yo, como muy bien ves, le entrego una flor de gala. Si te insultan por delante… ¿qué no diran por detrás? Tira palante palante y deja a todos atrás!. ¿Qué te ha parecido, abuelita. De verdad que me lo acabo de inventar.

  13. Mi abuelita materna: ¡Para quitarse otra vez el sombrero, nieto!. ¡Hala, vamos a comer que ya va siendo la hora! Me parece que los corderos de la mala leche están todavía mamando… en fin… que no quiero ser pornográfica…

  14. Fácil abuelita. Lo recuerdo. Un forajido malhechor dispara al hombre que defiende la Ley y la bala, directa al corazón, no le mata porque se incrusta en la estrella metálica. Al final el bueno mata al malo y se casa con la buena y fueron felices comiendo perdices.

  15. Mi abuelita materna: ¿Perdices? Sí que me acuerdo de las perdices pero… ¿cuántas clases de perdices conoces? ¿Hay alguna perdiz roja por ahí perdida y de esas que adoran a San Marx?

  16. Papá era un experto cazador de perdices rojas, abulieta, para poder darnos de comer alimentariamente bien (como tú bien sabes). Existen varios tipos de perdices rojas, estas deben su nombre al característico color rojo de sus patas y picos. Bajo el nombre de perdices rojas se engloba a diferentes especies de perdiz pertenecientes al género Alectoris: Perdiz Roja (Alectoris rufa) – Zona: Península Ibérica (España y Portugal). Perdiz Chucar (Alectoris chukar) – Zona: Pakistan, Mediterráneo oriental hasta Asia Central y China. Perdiz Moruna (Alectoris barbara) – Zona: Norte de África. Perdiz Magna (Alectoris magna) – Zona: China. Perdiz Gorginegra (Alectoris philbyi) – Zona: Arabia Saudí, Yemen y Omán. Perdiz Árabe (Alectoris melanocephala) – Zona: Arabia Saudí, Yemen y Omán
    Perdiz Griega (Alectoris graeca) – Zona: Balcanes, Alpes, Península Itálica y Sicilia. Las perdices escabechadas, cuanto más escabechadas mejor, están deliciosas y cuando las comes te deja un sabor a Gloria Bendita. Quizás lo de perdices rojas es porque cantaban La Internacional y engordaban a costa de los afiliados que hacían de tontos útiles.

  17. Mi abuela materna: Mira, José, cómo hago yo un diálogo teatral con salero y arte:

    – ¿Qué se traen entre telones
    los de culos como melones?

    – ¡Cosas de marineros
    por no decir teloneros!

    – Parece como que callan
    cuando sus barcos encallan.

    – Producto de la ignorancia
    que es sólo una distancia.

    – ¡Pues voto a Bríos que me alejo
    y encallados yo les dejo!

    ¿Qué te ha parecido, nieto?

  18. ¡Jajajajaja! Muy bueno abuelita. Supongamos que es una del Oeste. Puede ser así.

    – ¡Eres tan vil, forastero,
    que un melón es tu trasero!

    – Es que nací desquiciado
    no de frente sino de lado.

    – Pues yo que tú bebería
    whisky y no sangría.

    – Ya voy con tanto alcohol
    que soy como un caracol.

    – ¡Lárgate ya de este rancho
    que viene Pepito Pancho!

    ¿Qué te ha parecido, abuelita?

  19. Anota abuelita Rufina: Los comancheros.- Jake Cutter (John Wayne), un ránger de Texas, debe llevar a cabo una difícil y arriesgada misión: acabar con una peligrosa banda de forajidos que, cuando está a punto de estallar una guerra, se dedica a proporcionar armas y licores a los belicosos indios comanches. (FILMAFFINITY).

  20. Anota, abuelita Rufina: Sólo ante el peligro.- Will Kane (Gary Cooper), el sheriff del pequeño pueblo de Hadleyville, acaba de contraer matrimonio con Amy (Grace Kelly). Los recién casados proyectan trasladarse a la ciudad y abrir un pequeño negocio; pero, de repente, empieza a correr por el pueblo la noticia de que Frank Miller (Ian MacDonald), un criminal que Kane había atrapado y llevado ante la justicia, ha salido de la cárcel y llegará al pueblo en el tren del mediodía para vengarse. El tiempo va pasando lentamente, pero nadie en el pueblo está dispuesto a ayudar al sheriff. Título en Latinoamérica: “A la hora señalada”. (FILMAFFINITY)

  21. Mi abuela materna: Hasta luego, José. Me despido por ahora con una canción que te dedica LINA (Tu chavalilla LILIANA). Es guapa de verdad: Ay, de los cuatro muleros, de los cuatro muleros, de los cuatro muleros, palmitas mías que van al agua, que van al agua. El de la mula torda, el de la mula torda, el de la mulilla torda, mamita mía, me roba el alma, me roba el alma. Está lloviendo en el campo, está lloviendo en el campo, está lloviendo en el campo, mamita mía mi amor se moja, mi amor se moja. Quien fuera un arbolito, quien fuera un arbolito,
    quien fuera un arbolito, mamita mía que no de hojas,que no de hojas. A que buscas la lumbre, a que buscas la lumbre, a que buscas las lumbres mamita mía, la calle arriba la calle arriba, Si de tu cara sale, si de tu cara sale, si de tu cara sale, mamita mía , la brasa viva, la brasa viva. Ay, que te calles, que te calles… Y a nadie quiero, a nadie quiero, mientras que viva mi compañero. Ay, a mi burra no la toques… De los cuatro muleros, que van al campo, el de la mula torda, moreno y alto. De los cuatro muleros, que van al agua, el de la mula torda, me roba el alma. De los cuatro muleros, que van al río, el de la mula torda, es mi marío. A qué buscas la lumbre la calle arriba si de tu cara sale
    la brasa viva. DE PARTE DE LINA PARA DIESEL O DICHO DE OTRA MANERA DE PARTE DE LA GAVIOTA ROJA PARA SU NAVEGANTE.

  22. The End, abuelita. Fin de la película. Como todavía no existían las palomitas de maíz pasábamos unas grandes tardes comiendo pipas de girasol. Las cáscaras volaban, cayendo sobre los adinerados, desde el gallinero del Alcalá hasta la sala de butacas. I who you would not do it, stranger. Al final el malo muerde el polvo de la calzada, muerto de un disparo certero que ha hecho el bueno, y la chica llena de besos al bueno. The End, abuelita. Ya sabes que entonces nos prohibían ver los besos pero ahora no, ahora ya no se dice “yo que tú no lo haría, forastero” sino más bien “está muy bien lo que has hecho, colega”. Ya sabes que la censura ya no prohíbe besos y además lo de colega queda hasta como más “molón”. Algún “molondro” seguro que se perderá lo mejor de “Dos pistolas escarlatas” por no “estar al loro”.

  23. Mi abuela materna: ¡Jajaja! Yo fui una persona presencial de que lo de molondro te lo enseñó a decir tu padre. Significa torpe, perezoso y zoquete. ¿Lo diría por lo de “Tres eran tres”, nieto? ¡Jajaja!

  24. Mi abuela materna: Pásamelo, pásame lo de “Tres eran tres” para mondarme de risas de los tres molondros que ya sabemos tú y yo quienes son. Tu padre no se equivocaba.

  25. Completo, abuelita. Tres eran tres de 1954. De Eduardo García Maroto. Por los españoles Manolo Morán, Gustavo Re, Antonio Riquelme y Luís Sánchez Polack. Si a E más B1 y M le sumas B2 ya tienes la colección completa de molondros. Película compuesta de 4 episodios: 1) Introducción: Tribunal 2) Una de monstruos 3) Una de indios 4) Una de pandereta. Sátira de los géneros cinematográficos. En la de indios el cachondeo ya era de orden superior.

  26. Pues es verdad, abuela. Fue el primer balón de fútbol de reglamento que tuvimos en casa y era de la marca Todo… así que sí… que todo lo de “Por esos pueblos del Wayne” es puro western.

  27. Está bien, abuelita. ¡Aquí te la envío! El sheriff Chance (John Wayne) encarcela por asesinato al hermano de un poderoso terrateniente cuyos hombres intentarán liberarlo. Para impedirlo, Chance cuenta con la colaboración de dos ayudantes: un alcohólico (Dean Martin) y un viejo tullido (Walter Brennan), a los que se une un joven y hábil pistolero llamado Colorado (Ricky Nelson). Todos ellos se encierran en la oficina del sheriff, para impedir que el preso pueda ser liberado antes de que llegue la autoridad estatal para llevárselo. (FILMAFFINITY) Todavía me queda suficiente memoria para decir que fue una maravillosa experiencia haberla visto cuando no levanta tres palmos del suelo. Bueno, esto sólo es un decir porque, la verdad, es que siempre soy un chico espigado. Jejeje. Me gusta eso de espigado.

  28. Algo así como lo que medía John Wayne antes de dar el último estirón. Jejeje. Cosas de la adolescencia , abuelita, cosas de la adolescencia vivida entre peleas de vaqueros y luchas de los de la caballería contra los indios. Nunca me olvidé de eso.

  29. Ahí va, “abu”: La vida de un hombre que vive apaciblemente con su hijo en el campo, se ve amenazada por la llegada de una pareja que huye de los indios: él es un jugador profesional y ella una cantante de saloon. (FILMAFFINITY)

  30. Mi abuela materna: Ahora me toca lucirme a mí, nieto. Mira lo siguiente: “Will Kane (Gary Cooper), el sheriff del pequeño pueblo de Hadleyville, acaba de contraer matrimonio con Amy (Grace Kelly). Los recién casados proyectan trasladarse a la ciudad y abrir un pequeño negocio; pero, de repente, empieza a correr por el pueblo la noticia de que Frank Miller (Ian MacDonald), un criminal que Kane había atrapado y llevado ante la justicia, ha salido de la cárcel y llegará al pueblo en el tren del mediodía para vengarse. El tiempo va pasando lentamente, pero nadie en el pueblo está dispuesto a ayudar al sheriff.Título en Latinoamérica: “A la hora señalada”. (FILMAFFINITY) Supongo que te habrás dado cuenta de que me estoy refiriendo a “Solo ante el peligro”.

  31. Por supuesto que sí, abuelita, por supuesto que sé que se trata de “Solo ante el peligro”. Pero quizás tú no recuerdes a “El hombre que mató a Liberty Valance”. Yo la vi con Andrés Castillo, mi amigo vallecano al que llegaste a conocer cuando vivíamos en Juan Duque. Pues bien, Andrés Castillo es testigo presencial de que vimos los dos esta película del western y cuya Sinopsis es la siguiente: Un anciano senador del Congreso de los Estados Unidos, Ransom Stoddard (James Stewart), relata a un periodista la verdadera historia de por qué ha viajado junto a su mujer Hallie (Vera Miles) para acudir al funeral de un viejo amigo, Tom Doniphon (John Wayne). Todo comenzó muchos años atrás, cuando Ransom era un joven abogado del este que llegó en diligencia a Shinbone, un pequeño pueblo del Oeste, para ejercer la abogacía e imponer la ley. Poco antes de llegar a su destino, es atracado y golpeado brutalmente por el temido pistolero Liberty Valance (Lee Marvin). (FILMAFFINITY). ¿Quién mató a Liberty Valance, abuelita? Todos los espectadores creen que fue James Stewart pero resulta que al final se descubre que fue John Wayne que estaba enamorado de Vera Miles pero que prefirió morir “con las botas puestas” antes que engañar a su amigo porque resulta que Vera MIles también estaba enamorada de John Wayne pero se había casado con James Stewart. El malo, el que muere por ser tan malo, es Lee Marvin que, como bien sabes, es uno de los mejores malos que ha habido en las películas del western americano.

  32. Sí, abuela. Entra también en el lote. Recuerda: “A mediados del siglo XIX, un guía de caravanas (Robert Taylor) recibe el encargo de conducir a un grupo de mujeres desde Chicago a California. A partir de Independence (Missouri) tendrán que recorrer cinco mil kilómetros cruzando las montañas de Utah y el desierto californiano, en un viaje lleno de penalidades que constituye una auténtica odisea. El objetivo de la caravana es llegar a un valle habitado por un grupo de solteros solitarios que buscan esposa. (FILMAFFINITY)”.

  33. Hola abuelita Rufina. Aquí te envío lo que he encontrado en Internet y que concuerdan con mis recuerdos personales: RÍO SIN RETORNO (1954) Cincuenta años de la muerte de Marilyn Monroe el mito erótico del cine dorado de Hollywood. Sus detractores decían de ella que era una rubia tonta que no sabía actuar, pero no sería tan tonta y tan mala actriz cuando los mejores directores de la historia quisieron trabajar con ella. Fue dirigida por Billy Wilder, Howard Hawks, Otto Preminger, George Cukor, John Huston, Henry Hathaway, y Fritz Lang. Y todas las grandes películas en las que participó como: “Amor en conserva”, “Eva al desnudo”, “La jungla de asfalto”, “Niágara”, “Encuentro en la noche”, “Los caballeros las prefieren rubias”, “La tentación vive arriba”, “Con faldas a lo loco” y “Vidas rebeldes”. “Río sin retorno” fue el único western del estupendo director Otto Preminger y de Marilyn Monroe (la tentación rubia que vivía en el piso de arriba), además tanto Preminger como Monroe fueron forzados a realizar esta película contra su voluntad, debido a obligaciones de contrato con los estudios de la Fox. Ambos expresaron su disconformidad sobre el guión, el cual consideraron muy simple. Fue el único western de Marilyn Monroe y el único de Preminger, pero también la única colaboración para la gran pantalla de Monroe y Preminger. Una pena, porque creo que nadie ha sacado tan guapa a Monroe en el cine como Preminger. “Río sin retorno” es una de esas películas que tienen todo en contra, un director que la quisiera rodar, al final cayó en Preminger, que probablemente era el menos adecuado para ello (quizás Raoul Walsh o Anthony Mann hubiesen sido más adecuados). Tanto Mitchum como Monroe, ni querían hacerla, ni les gustaba la historia y mucho menos se gustaban entre ellos. Sin embargo, la película obtuvo un notable éxito de taquilla y de crítica y hoy en día se recuerda como un popular western clásico. Marilyn Monroe estuvo simpática durante todo el rodaje. Una de las características más importantes de este film, es que fue una de las primeras producciones rodadas en el nuevo sistema panorámico Cinemascope y con sonido estereofónico con cuatro pistas magnéticas, lo que supuso una gran novedad en el año 1954, y dió una gran espectacularidad a la proyección de la película, para lo cual los cines se tuvieron que preparar técnicamente para ello. Y supuso un gran avance los sistemas de proyección de la época. A mitad de camino entre el género de aventuras y el western, fue una de las películas que se rodaron para mayor gloria del Cinemascope, sistema de filmación cuyo objetivo era mostrar imágenes espectaculares que incitaran al público en volver al cine en lugar de quedarse en casa junto a ese nuevo aparato llamado televisión (justo como pasa ahora con las proyecciones en 3D). La Fox apostó fuerte por este formato, sin reparar en gastos, envió a lo mejor de la casa, (las superestrellas Robert Mitchum, y Marilyn Monroe) a los parques nacionales de Canadá, para rodar las espectaculares imágenes de la película.
    El argumento se basa en los siguiente: La vida de un granjero que vive apaciblemente con su hijo en el campo, se ve amenazada por la llegada de una pareja que huye de los indios: él es un jugador profesional y ella una cantante de saloon. A partir de aquí Mitchum, Monroe y un niño deberán bajar por un peligroso río, haciendo frente a los peligros de la naturaleza, a codiciosos buscadores de oro, a los indios y a los peligrosos rápidos que amenazan su vida. La película es particularmente notable por su ritmo rápido, en el cual influyó la edición de la misma, con muchos cortes rápidos entre escena y escena. Mitchum y Monroe realizaron gran parte de las escenas de riesgo de la película, llegando Marilyn Monroe a romperse una pierna durante el rodaje de la misma. Cabe destacar la espectacularidad de las escenas de acción de esa balsa bajando por los rápidos mientras son atacados por una tribu de indios por las orillas del río. A parte de la magnífica actuación de la pareja protagonista, con gran química entre ambos, existe un tercer protagonista que hace de este western un clásico imprescindible para todos los amantes del western y del cine en general, el precioso paisaje de los parques nacionales de Banff y Jasper, situados en Alberta, Canadá. Y en mi opinión estamos ante para mí la mejor interpretación dramática de su carrera que nos entrega Marilyn Monroe, alejada de los estereotipos de la rubia tonta, y de los papeles que le hicieron mundialmente famosa, aquí interpreta a una mujer valiente, decidida, independiente e indómita. La buena química que tiene con Mitchum y el trato maternal que dispensa al pequeño Mark, confieren a su actuación naturalidad y frescura. Marilyn luce una gracia y un magnetismo que le permiten desarrollar en escena una interpretación llena de sensualidad, y erotismo. Y me quedo con la bonita canción que interpreta al joven Mark mientras se cambia de ropa. Una escena donde Monroe no es posible que pueda lucir más guapa. Monroe y Mitchum tuvieron gran química entre ellos. En el papel de villano y de héroe dos habituales del western, Robert Mitchum como el héroe que se lleva a la chica, y Rory Calhoun como tramposo jugador de cartas que muere al final. Y para el recuerdo la bonita escena de amor, de Mitchum quitándole la hipotermia a Monroe en el interior de una cueva, o la hermosa canción interpretada por la propia Monroe “River of No return” y por último el final donde Monroe tira sus zapatos rojos como símbolo de la nueva vida que para ella iba a empezar. El film es una mezcla perfecta de drama, aventuras, amor y western. Destaca por la mágica visualidad que le imprime Preminger con la ayuda de los paisajes naturales de los parques nacionales Canadá y ayudados por una excepcional fotografía de Joseph LaShelle. Al final de la película seguro que no sabrás con que quedarte si con la aventura, con el paisaje de las montañas rocosas o con la belleza de Marilyn Monroe” O sea, abuelita, y esto es una opinión: igual que me gusta a mí hacer novelas del Oeste que puedan convertirse en películas cinematográficas del western: “Sagetario”, “Dos pistolas escarlatas”… y la serie “Por esos pueblos del Wayne” que espero que te van a gustar un mogollón.

  34. Por supuesto que sí, abuela. Es una novela del “western” y se demuestra por su argumento: “Cuando su esposa le comunicó a Templeton Lambeth que, contando con la benevolencia de Dios, podrían esperar en el momento debido la llegada del heredero que tanto habían anhelado, el hombre se asió a esta esperanza con la alegría del ser cuya fortuna le fuese adversa y que creyese que la llegada de un hijo podría revivir su antiguo sueño de vivir una vida nueva llena de aventuras en el bravío Texas, al oeste del río Pecos”. Es un “western” muy humano.

  35. El interés de Zane Grey por el Lejano Oeste se inició en 1907, cuando llevó a cabo con un amigo una expedición para cazar pumas en Arizona. En 1910 su primera novela del Oeste, La herencia del desierto tuvo un gran éxito, lo que impulsó su carrera como autor de novelas populares acerca del destino manifiesto y la conquista del Oeste. Dos años después vio la luz una de sus obras más conocidas, Los jinetes de la pradera roja (1912). Formó su propia compañía cinematográfica, aunque pocos años después la vendió a Jesse Lasky, socio del fundador de Paramount Pictures. Esta empresa realizaría numerosas películas basadas en las novelas de Grey. El éxito de sus novelas le reportó una gran fortuna, lo que le permitió pasar parte de su tiempo viajando y viviendo una vida aventurera, y dedicar solo algunos meses a escribir, utilizando sus experiencias para sus novelas. Uno de sus lugares favoritos era el río Rogue, en el estado de Oregón, donde poseía una cabaña en una concesión minera que había adquirido. Tuvo también una cabaña en Mogollon Rim, en Arizona, que en 1991 fue destruida por un incendio. A lo largo de su vida escribió unos noventa libros de aventuras del Oeste, de los que llegó a vender millones de ejemplares. Algunas de sus obras más conocidas son El caballo salvaje, La herencia del desierto, El cazador de pumas y Los jinetes de la pradera roja. Falleció el 23 de octubre de 1939. Sus restos fueron sepultados en el Union Cementery de Lackawaxen, en Pensilvania, donde existe también un museo consagrado a su memoria.

  36. Apunta a “Keoma”, abu… Te la paso. Keoma, conocido por ser uno de los mejores y más temidos pistoleros, vuelve al pueblo que le vio crecer. Allí encontrará que el lugar está dominado por la banda del perverso Caldwell (al cual se le unen los tres hermanastros de Keoma), quien no permite la entrada de ninguna ayuda médica que erradique la plaga de peste que sufre el pueblo. Keoma se enfrentará a Caldwell y a sus tres propios o impropios hermanastros para intentar devolver la libertad a su pueblo natal. Muere casi hasta el apuntador. Por supuesto que Keoma se carga a Caldwell (digamos por ejemplo Benito) y a los tres mangantes de turno (sus hermanastros digamos por ejemplo Emiliano, Bonifacio y Máximo) y a cambio de todo ello se gana el amor de la más guapa de todas que es la chica buena de la película y que además está muy buenam y completamente sana porque es falso que tenga la peste lo que pasa es que no la quieren dejar que se enamore de Keoma pero éste la consigue para toda la vida. Jejeje pero es cierto y verdad y certero. ¡Cómo dispara el bueno!

  37. Mi abuela materna: ¿Y en “Keoma” salen también sus padres, su abuela, su tío Lirón, el tío Perico (dueño de la tienda de comestibles), don Cipriano, don Ruperto (el alcalde), el doctor Serrucho, el marqués de Perogrullo, Olegario (el alguacil) y el guapo Currico Semola. Agamenón y los mozos del pueblo con la boina como prenda distintiva, y muchas de las mujeres, entre ellas la abuela del protagonista, llevando la cabeza cubierta con un pañuelo?

  38. Un poco más de detalles, abu. Tras participar en la cruenta Guerra Civil de los Estados Unidos, el pistolero mestizo Keoma (Franco Nero) regresa a su pueblo natal y se lo encuentra moribundo. Una epidemia de peste ha barrido el lugar y lo peor es que el tirano Caldwell (Donald O’Brien) impide la llegada de medicinas. En las manos de Keoma y en su puntería están depositadas las esperanzas de los vecinos. A ver si consigo decirte cómo se llama la más guapa de todas que es, además, la que está de mejor ver.

  39. Localizada, abu… se llama Olga Karlatos y es griega. No me da miedo como tampoco la ETA por mucha griega que sea. Ya sabes: ¡Ea ea ea la ETA se cabrea! y lo de ¡arriba abajo la ETA al carajo!. Ya sé que la eta es griega y que Olga Karlatos es griega y que ambas han hecho películas de miedos, terrorismo y todo eso, pero no te preocupes abu. La Olga es perdonable pero la ETA es sólo una marioneta… así que sigo con lo de marinín… porque si te das cuenta marioneta y marinín empiezan las dos por mari de mariquitas. Je.

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