Nuestros dos cuerpos desnudos,
corazón con corazón,
floreciendo nuestras almas,
ardiendo nuestra pasión.
Abierta la ventana, refleja la luna…fortuna
de los videntes: noche y sombra.
Alguien deja reposar su pensamiento
sobre un texto,
y un baile de tarots anuncia la Sombra,
inmensidad de lo no creado, pero presente.
Portal Literario Independiente