Aire invisible, e inalcanzable nube.
Tormentas que aplacan el calor, la ira de las olas.
Delante del horizonte
una esperanza;
bosques que se esconden para ser acariciados,
manos amigas que modelan cántaros.
Palabras que nacen de la bondad humana
y tierra abierta para germinar el fruto nuevo.
Esperanza de vida, de silencio, de historia enraizada,
nadie evita su pregunta,
ni eludes los por qués.
Una Oda a la Alegría contagiosa
de estar juntos,
unidos en la Comunidad de una Tierra
que nos ha sido dada.
Archivo por días: 1 junio, 2005
Semáforos para detenerse.
Los semáforos nacieron como una exigencia para evitar el poder de unos sobre otros. Tricolores y erguidos, controlan nuestras vidas, o al menos…de quienes respetan sus ritmos de cambio. Más de una vez he sentido que al detenerme he respirado mejor, he descubierto vida y sensibilidad, personas diferentes, y sobre todo…que los conductores existen, muy al margen de las marcas y de los terribles créditos. El semáforo es una expresión detenida, la necesidad de un orden, el equilibrio de los tiempos, en definitiva…merece algo más que estar sometido a una quietud infinita.
Remorir y renacer
¿MOrimos cuando dormimos?. ¿Nacemos cuando despertamos?. Quizás sólo sea cierto que, entre ambos parámetros, estemos únicamente soñando. Y así, en un continuo andarivén de muertes y nacimientos diarios, vamos completando nuestra limitada existencia que en realidad no nos pertenece completamente porque siempre hay pedazos de nuestras muertes y nacimientos diarios que pertenecen a otros seres vivos que se nos cruzan en el camino soñado y nos condicionan nuestra existencia. A veces quiséramos ser sólo idealibre para decidir lo que nosotros pensamos, pero continuamente nuestras muertes y nacimientos diarios se entremezclan con las de los demás, al menos con las de aquellos seres vivos o muertos que forman parte de nuestro más íntimos cículo vital; y entonces nuestra smuertes y nacimientos diarios también repercuten directamente en la de ellos como las de ellos repercuten directamente en nosotros. En fin. La vida es un complejo pentagrma que nos ha endosado un mistérico Creador, el cual nos da un condicionado libre albedrío para ir colocando nota tras nota en nuestro continuo soñar que es el vivir… notas que vamos disciplinando y asumiéndolas como propias. Quizás lo mejor sea no perpetuarse demasiado sino simplemente remorir y renacer hasta que se agote nuestro caudal de pálpitos pero, mientras tanto, sintamos el deseo de pertenecer a lo socialmente nombrado como convivencia humana.