Monkey’s estaba repleto de gente a aquellas horas de la noche. A duras penas lograron sentarse en un lugar apartado del bullicio general. El señor Montale estaba nervioso y con las lágrimas a punto de estallar- Paul. Tú conocías muy bien a Bianca; incluso mejor que yo. Ella siempre fue un misterio cerrado para mí cuando intentábamos hablar de cosas profundas. La educqué lo mejor que pude pero sé que estuve poco tiempo junto a ella. La muerte de su madre fue un duro golpe para mí- pero Bianca… mi Bianca… !siempre fue una soñadora, una interrogante, un deseo perpetuo de viajar y conocer una vida diferente!.
– El problema es ¿qué entendía Bianca por vida diferente?.
– No lo sé Paul. Sólo sé que hace cinco meses hizo su equipaje y se marchó sin apenas despedirse de mi. Habíamos discutido unos días antes… pero había sido por algo sin importancia. Su marcha se debe a algo superior a mi entendimiento. El asunto, para no alargarme porque te veo muy cansado y con ganas de ir a tu hotel, es que hace cinco meses que no sé donde está.
– ¿Y no le ha dado noticias nadie acerca de su paradero?.
– Dos meses después de su marcha de casa, inquieto por no saber nada de ella, me acerqué al banco donde trabaja… o trabajaba mejor dicho… porque ninguno de sus jefes y compañeros sabían nada de ella. Algo grave ocurrió. El caso es que ella ha desaparecido- Por favor… !ayúdame a encontrarla!. He estado todo este tiempo escudriñando todas las calles de la ciudad y no he podido encontrar ninguna pista. Tú eras alguien muy especial para ella. Debes saber alguna manera de poder localizarla.
– En estos momentos no tengo ni idea de cómo hallar una respuesta a sus inquietudes. !Yo también quiero verla!… pero es por otras circunstancias. Ahora me dueles mucho la cabeza y sólo quiero descansar. Verá. Déme su teléfono y si encuentro alguna pista ya le avisaré…
– De acuerdo. !Vamos al The King’s Cottage!…
Archivo por días: 8 julio, 2005
Tres seres humanos
Uno no sabía que sería noticia. Otro había decidido forzar la noticia. El tercero era noticia permanente.
P, nombre supuesto, se levantó aquella mañana con la misma rutina de cualquier día laborable. Se apresuró para llegar a tiempo a su puesto de trabajo. Se dirigió al Metro pensando en sus problemas y en sus esperanzas. Murió casi instantáneamente por una siniestra bomba colocada en su vagón. Aquella víctima inocente no vio el crepúsculo londinense de aquel trágico 7 de julio de 2006.
Palabras, en forma de arco iris
Mi guitarra
De apertura a los misterios
Invitación (19)
El taxista frenó repentinamente y el auto chirrió sobre el asfalto.
– Usted es Paul… ¿verdad?.
– Me llamo Paul pero no creo que nos conozcamos.
– Pero usted conoce a Bianca…
– ¿Bianca?. Hace por lo menos cinco meses que no sé nada de Bianca.
– !Tengo una necesidad urgente por saber donde se encuentra!.
– ¿Quién es usted y por qué sabe mi nombre?.
– Verá joven… yo soy el padre de Bianca. A usted lo he reconocido por las fotos que ella guarda en su alcoba y porque algunas veces me habló de usted.
– Pero ya le digo que hace mucho tiempo que no sé de ella.
– Quisiera poder hablar con usted un momento. ¿Tiene diez minutos?. Le invito a un café y charlamos. No se preocupe por el coste de la carrera. También le llevo gratis al hotel.
– No sé en qué lo voy a poder ayudar, señor…
– Montale. Mi apellido es Montale. Somos de origen italiano. Por favor…
!ayúdeme a encontrar a mi Bianca!. Hace cinco meses que tampoco yo sé nada de ella.
– Está bien. Paremos un momento y tomemos un café. Así podrá usted contarme qué es lo que ha sucedido con Bianca… si es que sabe lo que le ha sucedido.
– Por eso te necesito Paul. !Ayúdame por favor!.