Doy un paso y me detengo, escondida en mi miedo, te observo en cada gesto y en cada movimiento, estudio tu sonrisa, vuelves a ser el mismo, has vuelto a hacerme sonreír. Risas que contagias a todo aquel que pasa por tu lado, ¿y porqué?, porque te ven feliz. Ahora me detengo en tu mirada, tus ojos vuelven ha ser dos soles en el día y dos lunas en la noche, tan llenos de vida y de alegría… no me cabe duda de que ya la olvidaste, me olvidaste y esa es la recompensa que te mereces ¡así quería yo verte¡ y me siento orgullosa por ello…pero hay algo que me preocupa, lo percibo también en tu mirada, seguramente te estarás preguntando, ¿ que fue de mi?, ¿ como me irán las cosas?
Archivo por días: 20 enero, 2006
La carta del escultor
Eva sintió la necesidad urgente de tumbarse en la cama en posición fetal, errante en el vacío perpetuo e incontestable de sus ilusiones; despojada de toda clase de revestimiento mental. Las lágrimas hicieron acto de presencia en el tiempo de desconsuelo en que había penetrado su conciencia. Se apoderó de ella una frágil y finita sensación de existencia esperando que la incertidumbre atravesara el imperceptible y quebrantado ánimo de su voz…
– Eva… deseo poseerte…
Notó una especie de caricia en torno a su cabello.
– ¿Quién eres tú y por qué deseas algo tan profundo?.
– Yo soy ese que tanto esperas…
– Yo no espero a nadie.
PARA LUCAS
Pulsión y compulsión sentimental
En el sicoanálisis se denomina pulsación a la fuerza en el límite entre lo orgánico y lo psíquico que empuja al sujeto a llevar a cabo una acción con el fin de resolver una tensión procedente del organismo. Y compulsión es un tipo de conducta que el sujeto se siente impulsado a seguir por acción de una fuerza interior a la que no puede resistirse. Los seres humanos estamos llenos de múltiples sentimientos que son estados afectivos de nuestro ánimo, pero que normalmente operan bajo el control de la razón. Los sentimientos siempre nos guían al desarrollo de una sensibilidad que es, primordialmente, la facultad de los seres animados para percibir y experimentar, por medio de los sentidos, sensaciones, impresiones y manifestaciones emotivas.
CINCO HORAS CON TERESITA
A pesar de todas mis pasiones y/o adicciones, la vida se me hacia mas mística por momentos. La verdad, lo llevaba francamente mal, y es que imaginen ustedes, que les da por hacerse budistas en el preciso instante en que a pesar de tan noble aspiración, lo único que aspiran es cocaína… Entonces pense, que no estaba todo perdido, que los sentimientos se desprendían de nosotros mismos, y quedaban suspendidos de las agujas de los relojes, dormitando en el interior de los agujeros negros, ¡y que esto mismo que yo sentía lo sentiría igualmente otro ser en otro tiempo, ¡o en otra dimensión!, y que las personas éramos, o podríamos ser, crisoles transformadores¡, ¡alquimistas de sentimientos¡, relojeros torpes de las horas tristes.
Entonces pense que me había metido en un buen lío, porque a diferencia de mi anterior novela, historia que por cierto les recomiendo sin escrúpulo alguno y a pesar de la opinión de 50 editores y sus correspondientes 50 madres, el primer párrafo de mi actual obra, es decir esta, comenzaba con una sinceridad apabullante, y eso, mi querido lector, hacia pensar que la cosa iba en serio…