– !Vámonos inmediatamente de aquí, Paul… antes de que despierte ese monstruo!.
Paul estaba totalmente paralizado ante el espectáculo de aquella enorme masa muscular tumbada en el suelo; un hombretón de más de dos metros de altura con aquella cicatriz violácea recorriéndole toda la mejilla derecha que ahora relucía siniestramente bajo las luces de las bombillas del Brendwood.
– !Vámonos, Paul, vámonos ya!.
La imaginación al poder es siempre frase simbólica y emblemática desde que se puso de moda a finales de los 60 del pasado, y a veces ya añorado, siglo XX. Pero antes de esos años, allá por 1934, la imaginación tomaba el poder en los escenarios teatrales de Madrid y España gracias a la pluma del asturiano Alejandro Rodríguez Álvarez. Quizás este nombre, dicho así, apenas le haga recordar a casi nadie… pero si señalamos que Alejandro Rodríguez Álvarez pasó a la historia del teatro español y mundial con el sobrenombre de Alejandro Casona ya es otra cosa. Todos los aficionados al teatro lo recordarán. Es aquel Alejandro Casona que nacido en 1903 en la aldea mágica asturiana (porque tenía su propia bruja) de Besullo (muy cerca de las minas de carbón y caolín de la villa de Cangas de Tineo y también muy cerca de los pastos y la cuenca hullera de Cangas de Narcea) terminó por aposentarse en Madrid tras haber pasado por otros lugares como la ciudad de Murcia. Sigue Leyendo...
¡El invento ha sido una total desmesura! La receta literaria me ha resultado insípida, e incluso algo indigesta..¡Pobre Leonardo! Roma aplaca su ira contra la Película que refleja el novelón. Con la Iglesia hemos topado, o contra lo que jamás se atrevieron otros a topar. No merece la pena caer en esa tentación peligrosa de mezclar churras con merinas. Cuando una novela alcanza estas dimensiones es porque interesa a muchos. La Iglesia tiene su Indice especial señalando al Norte y no desviando ¡jamás! su ortodoxia. Una gran lona negra cubre el gran anuncio de la peli…¡Algunos salen ganando, muchos sacan provecho, el éxito en taquilla…será “excepcional”! Tengo una pregunta interesante…¿Alguien sabe dónde están enterrados los restos de Leonardo? Pues…en una pequeña y sencilla sepultura, en Francia. A nadie se le ha ocurrido situar la “realidad del genio”, pero, sí utilizar su potencial imagen para crear la Historia Interminable. No iré a ver la película, como, no llegué a terminar el libro, sencillamente porque una cosa es “lo posible, con imaginación” y otra…”lo lamentable, lo que tiene intención de engañar”…es decir: la mentira más o menos piadosa. Sigue Leyendo...
Mírame,
Que no soy oasis en el desierto,
No voy a desaparecer,
Si tus ojos se cierran.
Quédate con este beso
Mientras te abrazo
Que la carne de mis dedos
Se está hundiendo en tu pelo.
Deja que me pierda en tu olor
Y dame un poco del perfume
Prometo guardarlo en un frasco
Y mantenerlo en sitio fresco.
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