La selva blanda de botes de cerveza
y la noche madre para dar cariño.
Soledades a un euro con cara de niño
y las hojas secas de ninguna primvera.
Un coche rugiendo se cerca y se acerca,
el tonto del barrio sigue una pelota,
en fila riendo van a la piscina,
los chavales rotos de cansadas botas.
Y tú ¿qué haces para estar viviendo?
Pasando de todo, en el suelo escribiendo,
poemas borrachos sin razñon ni dueño.
(Letra para una canción)
Archivo por días: 26 mayo, 2006
El Valor
Tú, vales mucho. Tú, vales millones. ¿De pesetas?, ¿de euros? ¿Que vale una persona?, ¿a que se le da valor?,. Dicen que las hay que valen su peso en oro, vamos, una joyita…pero cuando se dice eso de “esa, esa no vale ni cuatro duros” ¿que es lo que materializamos ahí?, no es de ¿bronce?, tampoco de ¿plata?, y mucho menos valdrá su peso en oro supongo. No se, yo creo que todos, absolutamente todos, tenemos un mismo valor, porque ¿quien no valora la amistad de las personas?, ¿quien no valora la forma de ser, de estar de las personas?, ¿ quien no valora el apoyo, la ayuda sin recibir ni esperar nada a cambio?, ¿Quién no tiene eso como persona?…solamente con la amistad, con la buena fe y el saber entender un “aquí estoy y estaré siempre que lo necesites” ya te estas cargando con toneladas, kilos y millones de valores incalculables, y eso, vale mas que el oro. Un gran obsequio de la vida, que cada uno, llevamos guardado en la vitrina del corazón. Donde se ve está y denominamos, el valor humano.
Libros de segunda mano.
De nuevo sigo encontrardo tranquilidad en las librerias. Los precios, al igual que las joyas, alcanzan precios extraordinarios. Todo lo nuevo, lo reeditado, lo que supone una fuerte inversión en papel y encuadernación, más, más, más….nos van dejando con muchos deseos insatisfechos. Los libros, los que no se tiran a los contenedores, porque se tiran muchos…necesitan ser rescatados de las manos del consumo. Han pasado muchos años para que los archivos de Freud salgan a la luz, pero la factura de esa “luz” supera, por mucho, a muchos…Nos quedan las Bibliotecas Públicas, las Casas de Cultura, pero deberemos comenzar por abandonar la idea de la propiedad como deseo. Tampoco es necesario atesorar riquezas intelectuales, porque…pudiera hablar de muchos ejemplos, acaban en las librerias de sgundamano, libros de viejo, o en hermosos contenedores o “solemnes fosas comunes”. Hace unos dias, rescaté un precioso diccionario de latín. Estaba lleno de nombres, corazones, flechas y colorines…pero era un “diccionario de Latín”, condenado a ser reciclado y volver a renacer en papel higiénico o papel para envolver cualquier necesidad de nuestros dias.
He vuelto a las librerias de segunda mano. Hay cierta calidad, cuidado en algunos libros y sobre todo…se da la oportunidad de no fallecer totalmente, que aunque parezca una contradicción, es tan real como los contenedores.