Una vez soñé que volvía a ser yo. No hace mucho de eso, quizá una semana. O quizá más. La verdad es que con todo esto el tiempo ya me da igual. Ya pueden ser horas o meses. Qué importa eso. Simplemente es como estar atrapado en una cárcel. La llamaré la cárcel del tiempo. Mi cárcel del tiempo.
Desde ese punto de vista, el mío por supuesto, hace miles de años desde que dejé de ser yo para ser el que soy ahora. ¿Y acaso no es eso ser humano? Creer que se es, para descubrir al fin que ya se ha sido… qué triste ¿verdad?. Pero nadie dijo que esto sería divertido. Sigue Leyendo...
VIDA, CREACIÓN, TIEMPO
Carlos Montuenga
Puede parecer una gran paradoja, pero pocas cosas definen mejor la realidad humana como el hecho de que sólo existimos propiamente en el fluir efímero del pensamiento. Nuestra naturaleza no responde, como la del mundo material que nos rodea, a un “ser” sino más bien, a un” imaginar”. Al volver la mirada hacia la actividad diaria de nuestra mente, caemos en la cuenta de que de cada momento es un trampolín desde el que nos lanzamos sin cesar hacia el futuro, imaginando lo que vamos a hacer o dejar de hacer en la hora que sigue, deseando poder lograr esto o liberarnos de aquello, soñándonos en una u otra circunstancia venidera. Sigue Leyendo...
Me paraliza
Ver el hierro
Hiriente en tu costado
De varón.
Ebulle el agua
De tu cuerpo
A sangre fria
Por una espada
Peor que el acero.
Ya no hay punto y seguido.
Es punto y final.
Seremos dos puntos y aparte
Y vuelta a empezar.
Comienza otra historia sin mí
En esta, no escribas más,
Fírmala tú como la primera,
Y apréndelas a olvidar.
No será la última,
lo vas a ver
el amor es quien te inspira
a volverte a enamorar.
si quisiera hablar
no sabria por donde empezar
de mi boca muchas cosas saldrian
a gente inocente afectaria
las verdades que contaria
unos las negarian
otros callados afirmarian
la gente gritaria mentira
otros pondrian la gente en contra mia
de mi la verdad mentira contarian
La madre mece en su
Cuna la esperanza.
La madre llora
con lagrimas ganadas
La madre lleva
a tu cuna el cantar
del dormir.
Ay amor,
Que ves río estrecho y no ancho mar,
Anclado en un nudo enmarañado,
Ay amor, ay amor…
E inestable en el cuancago de tu corazón.
Date cuenta amor, date cuenta…
Que abaldonas la dicha escrita
Por malas oídas injustas,
De desidia en cobardía.
Sonambula caminante de ciudad
me hago paso con espadas
de rojo sol mojado en mi frente
en este agotabe andar.
Le planto a la guachapa
forjada con mi vientre
callado .
En el rincón de la
sombra, lejos de la insolacion
haya un hombre sentado
y zapatos brillantes.
Portal Literario Independiente