Puede ser cierto…

No sé si será verdad… pero puede ser cierto que para vivir la libertad es necesario sentirla. Y para sentirla aconsejan los más conocedores de ella -aquellos que vivieron junto al viento- que lo principal es “dejar hacer”. Hay mucho de azar en eso de dejar hacer que la libertad nos guíe por el camino de la vida. Hay también mucho de dominio propio para dirigir los pasos hacia un lugar, un tiempo y un espacio que no estén predeterminados de antemano. Y yo pienso que para ser libre siempre hay que estar descubriéndonos la otra mitad; aquella mitad de nuestra persona que queda en el interior de nuestras sensaciones después de haber tenido una experiencia fundamental. Me he sentido libre cuando he necesitado tres cuartas partes de mi existencia para poder decirlo. Tres cuartas partes de cualquier edad y de cualquier sentimiento. Pero tres cuartas partes de un todo donde el resto ha sido la especificación de dicha libertdad. En definitiva, se es libre cuando se llega a la raíz de una situación tan autosuficiente que a partir de ahí todo es vuelo… Sigue Leyendo...

Invitación (53)

Buscó Paul y, efectivamente, allí se encontraba la tarjeta identificativa de Arthur. “Arthur Sorensen” Detective Privado. Afiliado a la Federación Internacional Antidroga (FIA). Socio de la Unión Mundial Contral el Crimen (UMUCOC). Licencia Estatal número 120.704…

– ¿Qué significa ésto?. ¿Por qué me está siguiendo?. – preguntó Paul mientras aflojaba.

Arthur se desembarazó de los brazos del joven

– Escucha. Tenemos que hablar en algún lugar privado. Te estás envolviendo en un asunto demasiado complicado. Sigue Leyendo...

Levedad de lo inconsecuente.

Porque he llegado hasta aquí, donde las rosas nacen y mueren,
sé que la dicha nos impele a un amargo negarnos.
Tanta humanidad acrecentada por momentos, instantes insensatos
que sembraron confusión en mitad de la tarde.
No podemos seguir sumando ausencias en devastadora lid,
porque la vida es un único presente que nos llama.
Cuando ya nada puede ser, sino silencio,
aquí la voluntad desaparece y surge el todo:
inmensidad que reniega del dolor para ser locura etérea,
palabra irrepetible, fundamento original que se fusiona con la luz.

Una carta de desamor.

A ti, porque ya no estás:

Sé que amo y, tu ausencia, no me impide seguir amándote. Es una locura resistirme al fracaso e imaginarte presencia contínua, despertar en un abrazo, cadencia de los dias y las horas. Pero, no dejo de sumergirme en el deseo presente de cuanto fue y, aún, sigue siendo.

Me dejaste porque se abandona lo que no cabe en el corazón para ser querido. Se agotaron muchos momentos en ese acto vanidoso de ser yo y ahora ser tú: nos pudo la codicia de poseer y no la dicha del compartir.

Es obvio que vendan chucherias.

Engordó lentamente, como si de esta forma sólo tuviera que ocuparse de caminar mas despacio. En esa gordura se escondía todo y se rflejaba todo. La tele maltrataba su imagen y la gente comenzó a a costumbrarse. Un gordo en el barrio era una necesidad perentoria. Nadie se preguntaba por su cambio de imagen. Había engordado como otros se compran una moto o van ala pizzeria a ganarse un servilletero. Pero él renunciaba a una vida, dejaba a un lado su solemnidad de delgaducho que juega al billar y ahora, era el dueño de una tienda de chicherias, de venenos mágicos que convierten a las princesas en hadas que jamás tienen alas. No cabía en la tienda, porque tuvo que alquilar un local pequeñito. Comía de todo cuando le daba la gana, como persiguiendo un final trágico con sabor a fresa. Un día no pudieron entrar a comprar nada. Era tan gordo que ocupaba la tienda entera. Formaba parte de una paleta de colores, de dulces golosinas con sabor a soledad. Aquello supuso todo un revuelo. La tele llegó con una presentadora delgadita que casi se confundía con el cable. El evento merecía la pena, porque no era ejemplar que un gordo terminara por ocupar la tienda de chucuerias. Sigue Leyendo...

La tristeza de un vientre

Triste estoy en el vintre de mi madre
que no me desea llora y llora cada vez
que me nombran, cada dia que pasa
sigo creciendo ya no me puede ocultar
el que es mi padre no quiere ni que me
mencionen niega de ser mi padre quiere
solo gozar. Madre ya no llores te prometo
no molestar ser tu apoyo en esos momentos
de soledad solo dame una oportunidad de ser
el hombre que contigo va a luchar.
triste me pongo cuando te escucho llorar
madre siente mis latidos para que sepas que
siempre te voy amar. Sigue Leyendo...

sueños

Despertador no suenes más
Que quiero seguir soñando
Que suenas y yo te digo
Deja de sonar que sueño
Que suenas y te maldigo
Y te amo porque suenas
Y puedo ensoñar que te
He inventado