No creo que sea posible…

Había cogido un precioso cuento. Era su favorito. La historia era perfecta y los dibujos eran bellísimos. Pero…algo raro le pasaba: le faltaba una hoja. ¡No!
Un cuento incompleto como el Soldadito de Plomo a quien le faltaba una pierna. La página 25 y 26, porque en las hojas los números se hacen compañía.

¡Lamentable pero eficaz!

Supongamos que sea…

¡Oh! No creo que sea usted capaz de pasarse todo el día corriendo y corriendo. No me gusta su reloj y usted lleva un sombrero muy feo. Tanta prisa le convertirá en un conejo con las patas enormes y además es muy aburrido encontrarme con usted en cualquier parte del jardín. He decidido que usted se vaya de mi historia.

Si usted, lector o lectora amiga, se identifica con es este relato…
sabe disfrutar de la relatividad de la vida.

Vuelta al origen

Esta noche he caminado, por una ciudad iluminada que ya no se acordaba de mí, la misma ciudad que tantas veces me vio caer y levantarme para intentar llegar más alto. Sus calles ya no son las mismas, o tal vez es mi cabeza que trata de olvidar lo que antes era otra vida, otra persona que vivía aquí y que tenía mi cuerpo mi cara y mi mente, pero que no era yo; no tenía el pensamiento de tenerte.
Durante mi paseo he visto como algunos negocios cerraban dando paso a otros nuevos, cómo la gente sigue encerrada en casa los domingos, mientras veía lugares que no soy capaz de recordarme de pequeño jugando en ellos. Cuando pasas demasiado tiempo sin pisar un lugar, ese lugar intenta sorprenderte, te hace sentir distinto y tal vez ese sentimiento te nubla, te pierde; sabes donde estás, cuales son sus calles y monumentos porque en el pasado pasaste por allí mil veces; pero pierdes algo que te dice que ese lugar te tuvo durante un tiempo. Y mientras el sonido del cigarro hace inútil el silencio, sigues caminando, esperando tal vez lo que nunca pase, porque ya no perteneces a ese sitio, porque hace tiempo que dejaste de hacerlo. Sigue Leyendo...

Billete de ida.

Quiero apearme en la próxima estación.
Es la estación que más me gusta
la primavera.
El freno de emergencia no funciona,
el revisor…. ¿ Ande andará el revisor????
En la siguiente curva
reduzca o no reduzcaaaaaa
me tiro.
El momento justo ni para ni espera